Inicio En el ring de la política, las mujeres pierden dos cero

En el ring de la política, las mujeres pierden dos cero

Por Rafael Maya

En el fragor de las contiendas internas para renovar dirigencias en los tres «grandes partidos», las mujeres «van abajo» en el marcador: Beatriz Paredes era vista por un sector considerable del movimiento feminista en México, como una personalidad que lograría «una transformación democrática y con visión de género» en el tricolor.

A decir de legisladoras del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y algunas feministas, con la derrota de la exdirigente campesina ante Roberto Madrazo, el pasado 24 de febrero, se pierde una oportunidad para que mujeres con un compromiso de género incidan de lleno en las cúpulas de poder.

Resta ver el apoyo que tendrá otra destacada feminista, Rosario Robles, en el proceso interno del Partido de la Revolución Democrática (PRD) el próximo 17 de marzo, contienda que de acuerdo con analistas no estará exenta de conflictos postelectorales.

Por su parte, el presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Luis Felipe Bravo Mena, relecto el pasado sábado para un nuevo periodo de tres años, se comprometió a «avanzar mucho más» para que aumente la participación de las militantes en la toma de decisiones.

No obstante, durante el proceso interno del blanquiazul, a la única militante panista que pretendió competir con ellos –la exdiputada federal Margarita Villanueva– se le negó a finales del pasado mes de febrero su registro por presuntas irregularidades en su documentación.

Pese a estos reveses, el movimiento feminista resalta los triunfos que en las últimas décadas –ya sea por la vía institucional o por la movilización social– le han permitido a la población femenina en México y el mundo ocupar más espacios de poder.

«WOMEN POWER»

Mayor acceso al poder político es una añeja demanda de muchas organizaciones de mujeres en el mundo. En México, esa exigencia está aún insatisfecha por lo que legisladoras, políticas y activistas no cesan en su llamado al gobierno federal para que instaure políticas públicas con enfoque de género; pelean por las cuotas para los cargos de representación popular y partidista; y apoyan abiertamente a candidatas feministas sin importar su filiación política.

Mientras en Europa, Estados Unidos y Canadá abundan los estudios multidisciplinarios sobre la participación política de las mujeres en el mundo, en México y el resto de América Latina los trabajos de investigación al respecto son escasos.

Según las investigaciones, histórica y semánticamente el poder ha sido y es masculino. Pero también dan cuenta de otra historia: de aquélla que hace escuchar la voz de los derechos de la población femenina, y exige que la política sea también una práctica femenina.

LAS POLÍTICAS MEXICANAS

Alicia Martínez, doctora en Ciencias Sociales con especialidad en sociología por el Colegio de México, y académica de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, hizo una investigación en la que entrevistó entre 1995 y 1999 a 30 dirigentes del PAN, PRI y PRD, para «desentrañar» las características de su liderazgo.

En su tesis de doctorado, «De invitadas a protagonistas. La integración de las mujeres a la política en el México moderno» –de próxima publicación–, Martínez entrevistó a personalidades como las priistas Dulce María Sauri, María de los Angeles Moreno, María Elena Chapa, y la perredista Rosario Robles, quienes expusieron sus historias.

«Todas las mujeres políticas entrevistadas reconocen que su habilidad política más desarrollada es la de conducir. Es decir, proponer líneas de acción, generar ideas y proyectos, convocar grupos y personas para realizarlos, influir sobre aquéllos que toman decisiones, así como decidir rápido y oportunamente en situaciones difíciles.»

Martínez expone que en su estilo de gestión, las entrevistadas utilizan criterios que contribuyen a la credibilidad de la autoridad femenina. La mayoría de ellas considera que su trabajo y la concreción de los proyectos que emprenden, refuerzan sus liderazgos y autoridad política.

Pero las mujeres políticas demostraron que su «habilidad» menos desarrollada es la competencia, aseguró la investigadora argentina, con 27 años de residir en México, asesora a centros de estudio de género, organismos civiles de mujeres y programas de organismos internacionales sobre temas de género y participación sociopolítica.

Con base en sus estudios, Alicia Martínez argumenta que algunas características distintas del poder femenino son la predisposición a ayudar a los demás, por lo que les produce mayor satisfacción si su participación contribuye a la estabilidad y avances partidistas, por sobre sus intereses individuales.

Ellas tienden a formar redes de apoyo con organismos civiles, están pendientes de las opiniones del electorado, «mandan cartas» a la sociedad civil, y «son reacias al discurso poco directo de los políticos varones y los dimes y diretes típicos de los escenarios de poder».

Al mismo tiempo, ellas son más prácticas y horizontales en la toma de decisiones, y buscan consensos y acuerdos puntuales para resolver problemas específicos.

OPINIONES DE OTRAS FEMINISTAS

La académica universitaria española Victoria Sendón, feminista de larga trayectoria y autora del libro «Sobre diosas, amazonas y vestales», aplaude que las mujeres políticas en México aspiren a mayores cuotas de participación en los cargos de dirección partidista y de elección popular.

Pero advierte: «En España y otros países de Europa la paridad representativa es ficticia porque en la práctica los partidos hacen una ‘política de harem’, en la que los jefes son como sultanes que deciden qué mujeres participan o no en las listas de candidatos. El poder político aún pertenece totalmente a los hombres».

Al contrario de muchas políticas mexicanas, Sendón sostiene que la exigencia a los gobiernos para que instauren políticas con perspectiva de género «es pérdida de tiempo», toda vez que en esta era de la globalización los temas en política también se globalizan, y «ya no existen cuestiones meramente femeninas».

«Todos los temas nos incumben a las mujeres, por qué ocuparnos únicamente de la problemática de la sexualidad, la salud reproductiva y el cuidado de los hijos por ejemplo, si también queremos hablar de economía y otros temas.»

Finalmente, Victoria Sendón afirma: «Si participamos en política no tenemos por qué renunciar a ser mujeres, debemos construir una nueva concepción de feminidad en el ejercicio del poder que pase de la partidocracia a la democracia de la vida».

       
atención
información producida por cimac, comunicación e información de la mujer
disponible para periodistas y medios de comunicación impresos y electrónicos
por favor citen la fuente

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más