«Esta conferencia puede hacer la diferencia si los gobiernos son capaces de acordar los recursos que se requieren para resolver el problema de las desigualdades de las mujeres» dijo hoy Noeleen Heyzer, directora ejecutiva del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), ante 189 delegados en la Cumbre de Monterrey.
En el discurso más enérgico desde el inicio de la Conferencia Internacional sobre Financiamiento para el Desarrollo y tras esperar el turno de más de 20 oradores –representantes de las agencias de Naciones Unidas, las comisiones económicas–Noeleen Heyzer reiteró que abatir la discriminación hacia la población femenina es indispensable si en verdad se quiere combatir la pobreza, el hambre, las enfermedades y lograr un verdadero desarrollo sustentable.
¿Qué quieren las mujeres?, preguntó a las y los delegados Heyzer: «Queremos instituciones que puedan ser monitoreadas y políticas públicas que sean evaluadas para que cumplan con los compromisos firmados por los gobiernos en la Cumbre del Milenio, especialmente lo relacionado con la erradicación de la pobreza en que viven millones de mujeres en el mundo.
«Queremos que se mejoren las oportunidades para las mujeres a fin de que tengan control sobre los recursos productivos. Las mujeres y los niños son quienes viven en la marginación y la pobreza, y ésta tiene implicaciones para las futuras generaciones».
Las mujeres demandan apoyos financieros e institucionales para el cuidado adecuado de sus comunidades y sus familias, pero sobre todo «quieren que se tomen en cuenta el trabajo doméstico que realizan dentro de las cuentas nacionales y a la hora de tomar decisiones de política económica».
Igualmente exigen participar en el diseño, puesta en práctica y evaluación de las políticas y programas de desarrollo nacionales y los presupuestos públicos, tal y como se expresa en el documento del Consenso de Monterrey, que será firmado por los jefes de Estado y de gobierno que se dan cita en la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FfD).
Por lo anterior, la titular de UNIFEM urgió a los gobiernos a convenir un acuerdo macro de asistencia técnica y financiera, a fin poder promover en cada uno de los países la incorporación de la perspectiva de género en los programas nacionales de desarrollo y los presupuestos nacionales.
Este tipo de presupuestos nacionales son las herramientas más efectivas para visibilizar la forma en que se gastan los recursos y a qué rubros se destinan y qué tan efectivo es el gasto a partir del impacto que tiene en la vida de las personas.
Heyzer explicó que «la desigualdad de las mujeres y la subordinación inhiben el desarrollo de los países, e imponen un alto costo a la productividad y calidad de vida de millones de personas.» «No hay vuelta atrás si queremos un mundo más seguro para las futuras generaciones. Debemos establecer los tiempos, los mecanismos y los recursos dentro de marcos apropiados que garanticen la transparencia, la rendición de cuentas y la equidad», apuntó.
Finalmente, la funcionaria de la ONU aseguró que la Cumbre de Monterrey ofrece una oportunidad única para enfatizar la urgente necesidad de promover la inclusión y la participación de las mujeres, desde su propia perspectiva y necesidades para el desarrollo de los países.
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