Las denuncias de abusos sexuales contra mujeres indígenas perpetrados por militares en estados como Chiapas y Guerrero, como parte de las constantes violaciones a los derechos humanos que padecen las comunidades autóctonas en México, serán abordadas en el próximo informe del relator especial de Naciones Unidas para los derechos humanos y libertades fundamentales de los pueblos indígenas, Rodolfo Stavenhagen.
En vísperas de que el próximo lunes Stavenhagen presente su primer informe de actividades ante la comisión de derechos humanos de la ONU en Ginebra, Suiza, el antropólogo mexicano destacó que a pesar de que el documento «aborda de manera muy somera» la situación de las comunidades indígenas en nuestro país, él agregará de manera verbal los recientes casos de mujeres tlapanecas violadas por soldados en el sureño estado de Guerrero.
Entrevistado por cimacnoticias, Stavenhagen aclaró que su informe sólo abarca desde el 25 de junio de 2001 –cuando asumió el cargo de relator espacial– hasta diciembre del mismo año, por lo que no incluyó en su texto las denuncias de violaciones a mujeres tlapanecas, ocurridas entre febrero y marzo de este año.
Sin embargo, apuntó que «probablemente» esos casos aparecerán en el informe del próximo año; una vez que se hayan investigado a fondo los documentos, las evidencias y los testimonios de las partes involucradas en los hechos.
Stavenhagen subrayó que el informe que presentará ante Naciones Unidas abarca la problemática global de los pueblos indios en el mundo; además dijo que en el capítulo sobre México él hace hincapié en la aún no resuelta discusión sobre la reforma constitucional de la Ley de derechos y cultura indígenas, lo mismo que las querellas que existen en su contra ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
«Esta situación la menciono brevemente y sin profundizar, pero reconozco que es una cuestión muy importante que impide cambios favorables para las comunidades indígenas, en tanto no se cumplan a cabalidad los Acuerdos de San Andrés. En este tema todavía está pendiente una solución política por parte del gobierno mexicano.»
El relator especial dijo que el otro punto importante sobre México que aparece en su informe se refiere a la creciente militarización, al auge de los grupos paramilitares, y a la crisis de las comunidades desplazadas; en particular por el conflicto zapatista en Chiapas, el cual repercute en una violación persistente de los derechos humanos de las y los indígenas.
En este punto, agregó, se encuentra también el aún no resuelto caso de las indígenas tzeltales violadas por militares en la comunidad chiapaneca de Altamirano, en junio de 1994; todavía en revisión en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
–En este primer informe, ¿usted emitirá algún juicio o recomendación al gobierno de México sobre la situación humanitaria en las comunidades indígenas?
–Aún no hago recomendaciones específicas a algún gobierno, sólo en términos muy generales. Por ejemplo, convoco a las autoridades a que propicien el diálogo y presten atención a los focos rojos donde existen conflictos en este momento.
«Para que haga las recomendaciones pertinentes, primero la Comisión de Derechos Humanos de la ONU debe aprobar mi informe y autorizar que realice visitas ‘in situ’ a los países donde se violan los derechos indígenas, para obtener toda la información suficiente. Es una labor que requiere más tiempo y que emprenderé en cuanto la ONU me dé luz verde», amplió.
Cabe mencionar que en este primer expediente no aparecen los testimonios que Stavenhagen recopiló durante sus recientes visitas a comunidades indias de Veracruz, Oaxaca y Chiapas, debido a que fueron posteriores a la redacción del documento. No obstante, el antropólogo advirtió que por su experiencia conoce a profundidad la situación de las regiones étnicas en México.
–¿Cómo es su relación con el gobierno de México ahora que usted es relator especial de Naciones Unidas para los pueblos indígenas?
–Excelente. La titular de la oficina de la presidencia para Asuntos Indígenas, Xóchitl Gálvez, me brindó todo su apoyo y me acompañó en mi gira por los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz, donde los gobiernos estatales también me respaldaron sin cortapisas. La cancillería también apoya nuestro trabajo de nivel internacional.
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