El nuevo texto constitucional debe señalar los tipos de discriminación que afectan a las mujeres y a otros sectores de la sociedad peruana a fin de darles mayor protección y permitirles a las ciudadanas y ciudadanos defender sus derechos.
Lisbeth Guillén, abogada del Movimiento Manuela Ramos, expresó su preocupación porque la propuesta para la nueva carta política sólo expresa una oposición general a todo tipo de discriminación. La especialista consideró que es preciso especificar que no puede discriminarse a las personas por su raza, su género y su orientación sexual, entre otras causas.
Asimismo cuestionó que la propuesta constitucional apruebe el derecho a la objeción de conciencia, pero sin agregar que su ejercicio es válido siempre y cuando no se afecte a terceros. Explicó que de no hacerse esa mención, el personal de salud podría dejar de atender a mujeres u otros ciudadanos cuando los tratamientos o procedimientos que requieren atenten contra sus creencias religiosas.
Otro tema necesario para fortalecer los derechos de las mujeres, indicó la abogada Guillén, es que la nueva Constitución puntualice la condición laica del Estado peruano. Asimismo estimó que debe indicarse también el carácter seglar de la educación pública: que al ser financiada por toda la población, no debe responder a ninguna orientación religiosa particular.
Por otro lado la abogada se pronunció a favor de que la Constitución reconozca todas las modalidades de familia que existen actualmente; además de reconocer el derecho de las personas — no sólo de las parejas– a tener acceso a los servicios de planificación familiar y salud reproductiva.
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