Nos roban en nuestras propias casas. El ladrón es alguien muy rico, que cotiza en bolsa y ostenta un monopolio impúdico desde el inicio de su historia. Me refiero a Telmex, sí la compañía mexicana que pertenece al hombre más rico de América Latina, Carlos Slim.
Pero nada es suficiente quiere más, mucho más y en exclusiva; Telmex te pone una grabación donde te avisa que el número que marcaste está ocupado y que debes intentar más tarde. Esa grabación y cualquier otra que escuchemos tiene un cargo como sí se tratase de un servicio normal.
Lo mismo sucede en Prodigy Internet, con el fin de aumentar el costo, te desconectan constantemente, y todas las reconexiones van con cargo a tu cuenta.
Particularmente considero lo peor en la canasta básica de fraudes de Telmex, cuando una voz que pertenece a un ser humano imbécil, te ofrece cambiar de compañía de larga distancia a Lada.
No importa las razones que les des, el asunto es terrible pues si cuelgas te vuelven a llamar un sin número de veces. Te llaman a horas impropias y en días festivos. Les he mentido diciendo que soy la dueña de AT&T y con su estupidez me contestan que tienen mejores tarifas, que pruebe.
Les he dicho que Protel me regala todas las llamadas de larga distancia y ellos insisten en que me mejoran esa propuesta ¿?. Pero lo peor de todo esto es que se roban la línea y alegan con descaro, frente al reclamo, que el titular de la línea lo autorizó e incluso contestó algunas preguntas de seguridad.
Mienten por la sencilla razón que el titular, mi padre, tiene 14 años de muerto, nada más.
Eso no es todo, para colmo de los colmos, Telmex permite que los bancos cobren al usuario una cuota por pagarles la factura mensual, (no toda la gente puede acceder a Internet), misma que muchas veces viene alterada con llamadas que jamás hiciste a números de servicios en línea, cuando sin lugar a dudas no había nadie en casa.
Nos han estado robando y lo seguirán haciendo mientras exista la impunidad. Telmex no es el único ladrón con garantías de sus amigos, de cuello blanco y alma negra, ahí están las bombas de las gasolineras y muchos otros más.
¿Quién puede detener a Telmex? Nadie. En la Profeco la mayoría de las quejas recibidas son en contra de Telmex, según una fuente anónima, se les apilan las quejas sin posibilidades prácticas, materialmente imposibles darles trámite, son tantas que se rinden por la impotencia.
Dicen en Sinaloa, «está bien ser cochi (cochino)pero no tan trompudo», acá en el altiplano decimos, «está bueno el encaje, pero no tan ancho». Nos roban de cara a la nación. Cualquiera puede llamar a la Profeco y comprobar que Telmex es la empresa (para los mexicanos) que más es demandada y por mucho. ¿Nadie hará nada nunca?
2003/MG/MEL
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