Hoy en día las mujeres reciben un salario menor que los varones, pese a desarrollar la misma actividad. Esto no es un hecho reciente: en 1810 Lucretia Mott, en Estados Unidos, levantó la voz para denunciar que sus compañeros profesores recibían dos veces más de lo que le pagaban a ella por desempeñarse como profesora.
Esta no fue la única injusticia que la voz de Lucretia denunció, se opuso y luchó por abolir la esclavitud en los Estados Unidos, por lo que funda en 1833 la Sociedad Femenina Antiesclavista.
En 1840 viaja con su amiga Elizabeth Cady Stanton a Londres, ambas como delegadas a la Convención Mundial Contra la Esclavitud, en donde se les niega el derecho de hablar en tribuna por el hecho de ser mujeres.
Furiosas, Elizabeth y Lucretia resuelven organizar a su vuelta a los Estados Unidos una sociedad para defender los derechos de la mujer.
Ocho años más tarde Lucretia logra, con ayuda de Elizabeth Stanton, organizar una Convención sobre los Derechos de la Mujer en Seneca Falls, para discutir por qué las mujeres eran menospreciadas.
En 1866, junto a Elizabeth Cady Stanton y Lucy Stone, creó la Asociación Americana por la Igualdad de Derechos, que inicia sus actividades en Kansas, donde se iba a decidir por votación la concesión del sufragio a los negros y a las mujeres.
Lucretia Mott nació en 1793 en la población de Nantucket, Massachussets, Estados Unidos, y a los 13 años fue enviada a un internado, donde terminó como profesora.
A los18 años se casa con James Mott, a quien conoció en Boston durante su práctica como profesora; con él tuvo seis hijos. Debido a su educación cuáquera, que consideraba iguales a la mujer y al varón, Lucretia aprendió que ella podía llegar tan lejos como quisiera.
Lucretia muere en 1870 a la edad de 77 años, sin que dejara un solo día de luchar por los derechos de las mujeres.
03/EC/GMT