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Nueva Identidad

Por Mónica Pérez

La familia, en sus diversas modalidades, es el primer núcleo donde se desarrollan los seres humanos en los aspectos afectivo y social.

Asimismo, es transmisora de valores, hábitos y costumbres; lugar de apoyo emocional y económico donde se genera la socialización de las personas (proceso a través del cual se adquieren conocimientos, modelos, símbolos, maneras de actuar y de sentir).

La familia cumple diversa funciones entre las que se encuentran la reproductora, la de socialización afectiva y moral, la de protección económica, educativa, social, biológica y asistencial; la definición de rol, sentimiento de pertenencia, estabilidad emocional y definición de la personalidad, entre las más importantes.

A principios del siglo pasado la única forma familiar reconocida que tenía la categoría de primera clase era la formada por un hombre y una mujer que permanecían unidos para toda la vida y que cumplían con la función reproductora.

No obstante, los cambios demográficos, sociales, culturales, económicos y políticos han trasformado la composición de la familia tradicional. Las crisis económicas, la modificación del rol femenino, la inserción de la mujer al mercado laboral son aspectos fundamentales que han trasformado dicha estructura.

Actualmente existen varios tipos de familia entre las que se encuentran las monoparentales, donde vive un cónyuge (hombre o mujer) con los hijos; las familias extensas, constituidas por la familia nuclear y otros familiares como son tías, primos, sobrinos, abuelos, entre otros; y las familias unipersonales, cuando una persona vive sola.

También existen familias reconstruidas que crían hijos e hijas que no son biológicamente propios, es decir, se componen de hijos de otros matrimonios; así como los llamados conmuters donde los cónyuges viven en sitios diferentes y sólo se ven los fines de semana o vacaciones.

Cabe señalar que en México aún no son legalmente reconocidas las familias compuestas por personas del mismo sexo y sus derechos permanecen al margen de la ley.

De acuerdo con especialistas en el tema, todos estos tipos de familia son la expresión de lo que está sucediendo en la sociedad, y a su vez influyen en la construcción de la misma pues cada familia comunica a su miembros algo sobre la manera de enfrentar al mundo exterior.

Según diversos documentos elaborados por el Grupo de Educación Popular con Mujeres, sobre este tema, los derechos de la familia son la suma de los derechos de las personas que la forman. Así, la institución familiar es el primer lugar donde se empieza a reconocer y a respetar los derechos de los demás.

Por lo tanto, todos los pactos que en ella se hagan, deberán de considerar que ninguno de sus miembros sea por ellos discriminado, perjudicado o dañado tanto social como física o psicológicamente. Así, cada acuerdo, pacto o norma, deberá buscar el desarrollo integral de cada persona que la componga.

Todas las personas que forman una familia tiene derechos y obligaciones; y cada familia tiene derecho a ser protegida y apoyada por el Estado en lo referente a la salud, la información, la educación, el trabajo, la seguridad social y la vivienda; y el gobierno debe garantizar el cumplimiento de éstos derechos, sea cual sea el modelo de convivencia.

De acuerdo con la antropóloga Laura E. Asturias, es evidente que la familia es una de las instituciones menos moderna en cuanto a derechos y obligaciones de su miembros desde una perspectiva contemporánea.

Señala también que la mitología y las ideologías de la familia la presentan como una institución ideal y magnífica, pero poco se habla de lo que en realidad ocurre al interior de cada una. Y es este silencio lo que permite ocultar los daños, la injusticia y la violencia al interior de la familias

Por ello, apunta que en la era de los derechos humanos es urgente permitir que la institución familiar se convierta en un espacio de respeto irrestricto a la inviolabilidad física, emocional, intelectual y sexual de sus miembros.

Nuevas y reales formas de amor familiar, verdaderamente solidario, se desarrollan si además de querer a las personas las respetamos y procuramos su desarrollo personal, si reconocemos su lugar en el mundo y si las corresponsabilizamos de la vida familiar.

2004/BJ

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