Anualmente las mujeres recurren a un aborto por medio de diversos métodos como los quirúrgicos, los cuales pueden causar graves consecuencias a la salud cuando son practicados por personal no capacitado.
Ante esta problemática recién han surgido otros métodos que no necesitan el uso de instrumentos quirúrgicos como lo son los medicamentosos.
El método medicamentoso, químico o médico son las diversas formas con que se le nombra y se define como la interrupción intencional de un embarazo, usando medicamentos solamente, uno de estos es el Misoprostol o Cytotec.
De acuerdo con un estudio brasileño, Cytotec fue lanzado en 1986 como un medicamento indicado para prevenir úlceras gastrointestinales. Pero este no es su único uso ya que uno de los efectos colaterales es que puede causarle a las mujeres embarazadas un sangrado o aborto.
De esta forma desde 1988, Cytotec se ha utilizado en Brasil para interrumpir un embarazo. Y han sido usado de dos formas: ingeridas o introducidas en la cavidad vaginal, provocando un efecto abortivo.
Como este medicamento estaba disponible únicamente para problemas de gastritis y no para abortar, en 1991 se exigió para su venta una receta médica. Pero en lugar de controlar su uso, se ocasionó la venta clandestina en el mercado negro.
En Brasil se ha generado una gran polémica porque los Ginecólogos defienden la manutención del medicamento en el mercado por la importancia terapéutica en la inducción de partos y aborto, pues contribuye para la realización de abortos en situaciones de menor riesgo.
Por otra parte, instituciones ligadas a la vigilancia de medicamentos, prefieren que se retire del mercado, porque dicen que ha sido utilizado en funciones de su efecto colateral. Por cuestiones de orden moral, otros grupos también apoyan esta postura, porque piensan que incrementara el número de abortos.
Varias son las razones que llevan a muchas mujeres a optar por la Cytotec como lo es su bajo costo y, porque, es un método relativamente seguro, así como el control de la propia mujer sobre su uso.
Controversia aparte, varios profesionales de la salud dicen que el Cytotec es un medicamento que contribuye a interrumpir el embarazo, también puede ser una opción para disminuir la mortalidad materna.
Estudios realizados por la Dra. Sara Costa, en 1991, junto a siete hospitales públicos en el Municipio de Río de Janeiro demostraron que después de la entrada del uso de Cytotec al mercado brasileño, datos relevantes de mortalidad materna, asociada a la inducción del aborto, presentaron un cuadro más razonable significativamente.
Además, los métodos que causaban perforaciones o infecciones uterinas dejaron de ser usados, propiciando una mejoría con relación a la salud.
A pesar de que este estudio afirma que ha disminuido la mortalidad materna de las mujeres con el uso de Cytotec, no existen otros que hayan investigado cuáles son los efectos de éste, de esta forma no se sabe si a largo plazo pueden ocasionar problemas a la salud de la mujer.
Los únicos riesgos que se toman en cuenta son que en ocasiones la gestación continua a pesar del uso del medicamento y, de suceder, podría ocasionar malformaciones congénitas o problemas neurológicos en el feto.
2005/HS/SJ
