El Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL) hizo un llamado a la solidaridad con las viudas de los 65 mineros fallecidos en la explosión de la Mina Pasta de Conchos, para que Germán Larrea asuma su responsabilidad como propietario y acelere el rescate de los cuerpos.
CEREAL consideró que es necesario un nuevo esfuerzo de la sociedad civil para solidarizarse con las viudas y familiares de las víctimas en una doble tarea: urgir el rescate y deslindar responsabilidades del siniestro mediante una investigación independiente y la atracción del caso al ámbito federal.
En una acción urgente dirigida a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, organizaciones sindicales democráticas y a la opinión pública en general, la ONG denunció que, a más de 30 días de la explosión, las viudas, hermanos e hijos de las víctimas siguen al pie de la mina.
«A la fecha, el propietario de la mina, Germán Larrea, no se ha presentado con estos familiares para asumir su responsabilidad como dueño. Sin embargo, su conglomerado Industrial Minera México (IMMSA), controla en lo absoluto el acceso a la mina y la situación del rescate», acusó.
En un breve recuento, el organismo recuerda que, junto con otras organizaciones de la sociedad civil, denunció desde la explosión una serie de irregularidades que, en conjunto, no apuntan a accidente alguno, sino, más bien, a un delito como violación a un deber de cuidado.
Asegura que, además, el propietario de la empresa incurrió en otras responsabilidades administrativas, sindicales, penales y laborales que deben investigarse y, de encontrarse elementos, sancionarse de acuerdo con la ley.
Por ello, llamó a unirse con las viudas y familiares de los mineros para urgir la voluntad política de las directivas de las empresas IMMSA, General de Hulla (porque es su primera responsabilidad) y MIMOSA (porque tiene los conocimientos técnicos), para destrabar el rescate.
En consecuencia, también solicita urgir a que IMMSA presente un plan de rescate con plazos y escenarios definidos, lo cual implica que se comprometa a revisar los tapones ubicados a lo largo de la mina, resolver las fisuras y hacer intervenir a las cuadrillas para retirar los derrumbes.
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