La fundación catalana Fada, que trabaja en la prevención del abuso a la infancia, atiende en promedio 35 solicitudes de ayuda cada mes y ante el aumento de casos, busca trabajar en toda España coordinadamente con otras entidades locales.
En España no hay datos exactos que permitan saber si los abusos sexuales en la infancia (ASI) aumentan realmente, lo que sí se constata es que cada vez se denuncian más y han dejado de ser un tabú que las familias deben ocultar y «padecer anónimamente», informó Canal Solidario.
La Asociación Fada para el Asesoramiento y la Prevención de los Abusos Sexuales a Menores tiene su sede en Barcelona, donde acude gente de toda España en busca de ayuda jurídica, psicológica e información relacionada con los ASI.
Sus estadísticas son claras: en el 2005 se atendieron alrededor de 600 casos, de los que más de 270 necesitaron de atención personalizada de alguno de sus especialistas. En 2006 el número ya ronda los 250 casos y más de 120 intervenciones directas. El promedio es de 35 casos al mes.
Fada es sólo una de las diferentes asociaciones que tratan esta temática en todo el país y el número de casos que no son jamás denunciados ni conocidos continúa siendo superior al de los atendidos.
La organización catalana sin fines de lucro se formó en 1997, un momento en el que existía un gran vacío en la atención y apoyo a quienes eran, o habían sido, víctimas de abusos sexuales durante la infancia.
Desarrollaron una labor estructurada en tres niveles de prevención, el primero, llamado de prevención primaria, consiste en la creación y difusión de campañas de sensibilización e información a la sociedad.
El segundo nivel se refiere a la elaboración de materiales específicamente creados para colectivos de riesgo y los profesionales que trabajan con ellos.
Mientras que el tercero trabaja con personas que han padecido abusos sexuales durante la infancia y necesitan, además de asesoría y apoyo psicológico, tener un lugar de encuentro donde poder compartir su experiencia con quienes, como ellas, también los han padecido.
Vicki Bernadet es la presidenta de Fada y la persona que dará el nombre a la fundación en que pretende convertirse esta asociación catalana.
La futura Fundación Vicki Bernadet trabajará coordinada con otras asociaciones del resto de Cataluña ya que hoy día son muchas las personas que, desde todos los puntos de España, se dirigen a su sede en Barcelona buscando la ayuda que no encuentran en sus lugares de residencia.
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