Mientras que demócratas y republicanos se preparan aquí para aprobar una «nueva ley migratoria» antes de las elecciones de noviembre, en Hazleton, Pensilvania, los migrantes indocumentados son condenados, así como a quienes los contraten y a quienes les renten viviendas.
Aunque en ciudades como Florida, Palm Bay y Avon Park, darán a conocer en dos semanas el resultado de la votación de las nuevas leyes, en Colorado, a los indocumentados se les recortan los vales para comida y en Nueva York, se realizan constantes verificaciones de documentos a las y los trabajadores en las fábricas.
En Chicago y California se realizan «redadas» de inmigrantes indocumentados, donde la población también esta temerosa.
Los presidentes de México, Vicente Fox y de Estados Unidos, George Bush lanzan diferentes señales en torno a la situación de los migrantes, pero la reforma integral propuesta por Bush aún no está definida.
Los republicanos, insisten en la seguridad de sus fronteras y en considerar criminales a los migrantes indocumentados que son más de 11 millones de personas en general. Los demócratas por su parte, están a favor de la amnistía y sobre todo hacen énfasis en la estabilidad de las familias.
Trabajadores indocumentados de los pueblos de Montclair y Bloomfiel, en New Jersey viven en la incertidumbre y se preguntan si realmente se les van a arreglar sus papeles.
Leodegaria, trabajadora oaxaqueña en una pastelería desde hace siete años dice «quién sabe que va a pasar. No dan información de lo que pasará. Nada mas aturden a uno. Y mientras tanto en México, para variar fraude. Todos los días vivo con el Jesús en la boca»
Sobre el proceso electoral en México, Leo, confesó que ella si votó y que lo hizo por el PRD, al tiempo que muestra una carta publicada en un medio local, sobre la situación luego de los comicios del 2 de julio.
06/LP/CV/LR