Un ataque similar al registrado la noche del 11 de julio en la zona de tolerancia de este municipio, donde 13 mujeres fueron violadas por elementos del Ejército Mexicano, habría ocurrido al menos 15 días antes en el municipio de Frontera, trascendió aquí.
Los hechos, de los cuales no hay denuncias ante las autoridades, fueron negados por el procurador de Justicia del Estado, Jesús Torres Charles, y el alcalde del municipio de Frontera, Rogelio Ramos Sánchez. En el primer caso, el funcionario estatal sostuvo que «habría que corroborar la información».
De acuerdo con la regidora de Salud de Castaños, Guadalupe Oceguera Flores, un asalto similar al ocurrido aquí se habría cometido 15 días antes en la zona de tolerancia de Frontera, municipio ubicado al norte de Monclova, pero «por el temor de que se tratara de los ?zetas? ninguna de las sexoservidoras y bailarinas que habrían sido violentadas física y sexualmente pusieron denuncias, como tampoco hubo quejas de los policías del lugar.
Sin embargo, un trabajador de la zona de tolerancia de Frontera informó sobre un ataque similar cometido por hombres vestidos con uniforme militar (color beige y manchas) a una de las sexoservidoras de Castaños, quien a su vez le comunicó la noticia a la regidora de Salud, días después del ataque ocurrido en este lugar.
Cuestionado al respecto, el alcalde de Frontera, Rogelio Ramos Sánchez, descartó los hechos tras asegurar que su municipio es el más tranquilo de la zona centro de Coahuila, «si no, miren los periódicos, verán que en materia de seguridad no somos noticia».
De manera brusca el joven alcalde, sostuvo que si en Frontera hubieran sucedido hechos como el de Castaños, «si ellas hubieran dado la queja, aunque fueran soldados, yo mismo los habría ido a encerrar», apunta el edil.
En entrevista, el munícipe de esta demarcación ubicada al norte de Monclova por la carretera 57, rechazó la versión de los hechos: «Yo tengo muchas maneras de enterarme como están las cosas, yo he ido en las noches, no en una camioneta oficial, he ido en una camioneta oscura (vidrios polarizados) porque quiero ver de qué manera están trabajando (en la zona de tolerancia). Y hasta ahorita no ha habido ningún escándalo ahí».
Más adelante, apuntó que desde el inicio de su administración, en enero pasado, ha realizado este tipo de seguimiento en la zona de tolerancia, y reiteró que en Frontera no ha habido ninguna «manifestación ni problema».
Aquí, apuntó el edil en tono seguro, no pasaría lo de Castaños, «yo los mando arrestar (a los soldados), los meto al bote, no aceptaría ninguna arbitrariedad de esos animales».
Ramos Sánchez también señaló que a diferencia de Castaños, en Frontera sí se activaría el Código Rojo, es decir el llamado de auxilio que permite la intervención de las diversas corporaciones policiacas, que ante el temor de que fueran los llamados «zetas» no se activó en Castaños, pese a que desde los primeros minutos se pidió la intervención policíaca la madrugada del 11 de julio durante el asalto de militares, de acuerdo con las agredidas.
La versión de una posible intervención de militares en Frontera parece sorprender al procurador, quien asegura que «habría que corroborar los datos».
PERIODISTA «EXTRAVIADO», MEDIOS ADVERTIDOS
El alcalde de Frontera, quien durante la entrevista se quejó de la presión que recibió en un principio de los medios de comunicación, que le «pedían dinero», también fue cuestionado sobre la desaparición del periodista Rafael Ortiz Martínez, quien es colaborador del diario local Zócalo.
De acuerdo con algunas versiones, Rafael Ortiz era el único que se habría enterado de los hechos ocurridos en Frontera, aunque no se reportó información alguna al respecto en ese medio de comunicación.
El reportero, que habría sido «levantado» desapareció desde el 8 de julio y durante esa semana publicó una serie de artículos sobre el problema de la prostitución clandestina en Monclova, «pero no pisó ningún cayo importante», señalan entrevistados que prefirieron no dar su nombre.
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Al escuchar el cuestionamiento, el edil atajó rápidamente la pregunta y señaló: «Sabemos que él se extravió». Luego, señaló con el dedo índice hacia la grabadora: «Yo le voy a pedir a los medios de comunicación que tengan mucho cuidado con lo que hablan, ¿sí?.
«Porque ellos, (los medios) piden que se proteja la vida de ellos y se protejan sus intereses y sus derechos humanos, pero ellos no protegen los derechos ciudadanos, ellos despotrican a todo lo que da y a veces destruyen familias», añadió.
Volvió a insistir, cuando se le preguntó si ese sería el motivo de la desaparición del reportero: «Yo no sé si fue por eso que lo desaparecieron. Pero pido a los medios de comunicación que tengan mucho cuidado con lo que hablan y yo estoy de acuerdo en la libertad de expresión y no en el libertinaje».
¿Qué es lo que quiere decir?, se le insistió al alcalde que para entonces ya estaba rodeado de sus colaboradores más cercanos.
«Rafael se extravió y yo digo que los medios de comunicación deben tener mucho cuidado, porque están diciendo que son los ?zetas? o que son los ?eyes? y lo que sean y los agarran, pero deben tener mucho cuidado con lo que hablan».
¿Y eso que tiene que ver?, preguntamos. «Tiene que ver que muchas veces hay gente que la dañan mucho y que pudieran ser no sólo los zetas, pudieron ser particulares que hayan sido dañados y que pudieron tomar venganza».
Finalmente, un colaborador llegó con los periódicos que durante la entrevista el alcalde, Rogelio Ramos Sánchez, pidió de manera insistente. Miren la prensa, aquí no tenemos problemas de seguridad pública, dijo señalando los diarios.
06/SJ/LR/CV
