Hoy en día, por el nuevo equilibrio de fuerzas políticas derivado de la mayor competitividad electoral, el Poder Legislativo estará siendo evaluado en su desempeño con mayor rigidez, ya que al recobrar su autonomía su labor es más intensa, después de que el Ejecutivo era en otras épocas, el gran legislador y que resultaba impensable que se le negara la salida al Presidente al extranjero, o bien, que se modificara sustancialmente el presupuesto que él mismo elabora. Lo que hemos visto es que el Presidente y su gobierno también está siendo vigilado y acotado por el propio Congreso.
Antes el debate era básicamente protocolario, todas las iniciativas del Ejecutivo eran aprobadas sin modificaciones sustanciales.
Desde el 2000 se notó un trabajo legislativo más auténtico por parte del Congreso, no solo revisando y modificando las iniciativas, sino sobre todo, creando iniciativas propias y promoviendo una votación más complicada. De hecho, la amplia mayoría de las iniciativas provinieron del Congreso de la Unión y solo un porcentaje reducido por el Ejecutivo, lo que significó que en este sexenio, el PRI y el PRD como oposición presentaran más iniciativas.
Estos nuevos tiempos exigen una cultura de transparencia, mayor participación ciudadana, en cambio, antes el Congreso, le representaba a la ciudadanía un poder secundario y subordinado, por lo que se requiere ahora de una reforma orgánica del Poder Legislativo para funcionar y responder más eficientemente ante lo complejo del proceso legislativo, de la propia relación entre ambas cámaras, del cabildeo necesario con los distintos grupos y organizaciones, del trabajo en comisiones y de los acuerdos entre los grupos parlamentarios.
Lo anterior resulta sumamente difícil dada la nueva composición que tendrán ambas Cámaras con las dos primeras fuerzas antagónicas que será complicado lograr alianzas entre ellas, las cuales estarán limitadas a buscar negociar votos de los grupos minoritarios. De los resultados que obtengan dependerá el balance que la sociedad hará en cada momento sobre lo que nuestro país necesita hoy en día, y aquí es donde radica la oportunidad para la fracción del PRI, de su habilidad y capacidad, ya que antes buscaba alianzas, ahora será buscado.
EL PAPEL DE LAS COMISIONES EN EL CONGRESO
Lo que hemos visto es que el desempeño de ambas Cámaras se ve saturado y concentrado en unas cinco comisiones de 48 ordinarias, mismas que resolvieron más del 60 por ciento de los dictámenes elaborados. La otra parte no elaboraron ningún dictamen en el tercer año de ejercicio. Es decir, la mayor cantidad de iniciativas fueron para modificar la Constitución, los aspectos hacendarios, de justicia y de gobernación.
En el Senado, las comisiones mejor evaluadas por el número de dictámenes elaborados son: Medio Ambiente y Recursos Naturales, Comunicaciones y Trasportes, Desarrollo Social, Distrito Federal, Educación y Cultura, Energía, Equidad y Género y Gobernación.
Sin embargo, no sólo lo que se discute y vota en el pleno lleva un trabajo previo, también hay una tarea política para llegar a consensos.
Para entender el trabajo en las comisiones está la regla de proporcionalidad mediante la cual todos los grupos parlamentarios tienen derecho a un porcentaje de lugares en cada comisión, semejante al número de escaños.
Por lo que el proceso de asignación de comisiones es tan importante ya que de ello dependerá que el desempeño de sus integrantes, coordinados por los dirigentes de los grupos parlamentarios quienes revisarán los perfiles de cada legislador y legisladora electos para este trabajo minucioso, sea eficaz. Por lo que la actuación de las y los legisladores está sometida a un fuerte control de parte de los partidos políticos.
En la coordinación de cada fracción recaerá la difícil tarea de manejar la relación del grupo con las demás fracciones parlamentarias, con la mesa directiva, la junta de coordinación política, las comisiones y los comités de trabajo.
La memoria histórica de la actuación de cada legislador o legisladora estará en el diario de los debates, pero también en el diario de la prensa y de quienes observan con indicadores de éxito.
De tal forma que el Quórum será un factor determinante para salvaguardar dos principios, legislar de manera colegiada e impedir que una minoría usurpe funciones, así como que la participación de legisladores sea regular en las sesiones de trabajo. La rendición de cuentas será un ejercicio constante.
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* Senadora mexicana por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), integrante de la Comisión de Equidad y Género y ex presidenta de la Comisión Especial para conmemorar el 50 Aniversario del Voto Femenino.
06/LS/LR