En el marco de la celebración del Día Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo este año, se resalta la labor de una joven que con su profesionalismo y dedicación ha logrado el reconocimiento de su comunidad en un mundo sumamente machista y con una fuerte estructura patriarcal.
Madre de cuatro hijos, a sus 33 años de edad y con la preparatoria terminada, María Cira Quechulpa Pérez, es para muchas siwatl´s (mujer en lengua náhuatl) un ejemplo de lucha y tenacidad. Comunicadora por convicción y fundadora de la única radiodifusora indigenista en la sierra de Zongolica, Veracruz, tiene como principal desafío acompañar a las mujeres en la defensa de sus derechos con la única arma al alcance de su mano: el micrófono.
«Por radio, les digo que no se dejen de nada ni de nadie, que tienen derechos, que no se dejen maltratar, que se defiendan, que luchen por una vida mejor, con mayor calidad, para ellas mismas y para sus hijas?»; así define María Cira su trabajo en la radiodifusora.
La emisión que está a punto de cumplir 15 años, se prepara para bailar el vals con la música del triunfo y la satisfacción, pero también con un cúmulo de experiencia y enseñanza.
De las malas experiencias habla un poco: «Mi trabajo con las mujeres indígenas de la sierra me ha traído problemas también, porque los señores se enojan y me acusan de que ando alborotando al gallinero, me han amenazado y en una ocasión un hombre ofendido me gritó que iba a hablar con mi jefe para que me corrieran porque ya estaban hartos de mí?».
«Como a las siwat´s les hablo en la lengua nativa, me comprenden mejor y me buscan personalmente para cualquier apoyo y asesoría, las he acompañado a denunciar problemas de violencia y maltrato físico ante la agencia. Incluso un día me quitaron hasta la reportera, pero no me importa porque quiero que vivamos bien, que haya justicia y si ese es el precio, adelante?», enfatiza.
Apasionada de su labor, dice haber impartido talleres en los reclusorios de la región, donde sus alumnos son principalmente hombres, les habla de la equidad de género, de los derechos de las mujeres y aprovecha fechas como el 8 de marzo y el 25 de noviembre para trabajar con ellos; los directivos de los reclusorios, comenta Quechulpa Pérez, «se han quedado sorprendidos de la respuesta y la participación?».
De diez productores radiofónicos bilingües en la emisora, siete son varones y el resto mujeres, lo que convierte el trabajo en una verdadera labor de convencimiento, desde lo ideológico hasta lo operativo pues hay que rogarles para que hagan locución o dramatización si de un programa con perspectiva de género se trata, «son muy machistas y se expresan muy mal de las mujeres a pesar de ser casados?», opina María Cira sobre sus compañeros.
Reconoce que a sus colegas varones se les ha hecho entender poco a poco que las mujeres no son objetos y que tienen derechos, incluso hay quienes la requieren para que los apoye con sus conocimientos técnicos en el manejo de los aparatos para la producción de programas, que actualmente está todo digitalizado.
En una región rural e indígena como lo es Zongolica, (lugar de cabellos crespos en lengua náhuatl), María Cira dice haberse descubierto una mujer con derechos cuando estaba cursando la secundaria pues defendió su sueño de salir en busca de mejores condiciones de vida al pueblo más cercano.
Así llegó a la cabecera municipal, se casó muy joven y se define como una mujer feliz que quiere terminar su licenciatura en ciencias de la comunicación y honrar así a su madre, la mujer que más admira, su ejemplo para salir adelante y estar orgullosa de ser lo que es.
06/TLC/LR/CV
