El presidente saliente observó, no obstante, que otras cuestiones quedaron estancadas, como la reforma del Consejo de Seguridad, temas ligados a la no-proliferación y el desarme y la urgente necesidad de lograr un comercio mundial más justo.
Ante esta situación, el canciller sueco pidió a los Estados miembros redoblar sus esfuerzos para enfrentar estos retos.
«Nos aguarda una ardua labor. Mucho está en juego: nuestra seguridad común, el bienestar de todos, la calidad de nuestras vidas individuales y de nuestro patrimonio en el planeta Tierra», dijo Eliasson.
Agregó que en todas estas tareas, las Naciones Unidas y «un buen multilateralismo son indispensables».
06/LR/CV