En protesta por las transgresiones a los derechos laborales en Carolina del Norte, Estados Unidos, 51 sindicatos estadounidenses, mexicanos y de Canadá se unieron para exigir al gobierno estadounidense el respeto a la contratación colectiva de 650 mil trabajadores del sector público, de los cuales más de la mitad son mujeres.
El Sindicato de Trabajadores Electricistas de Estados Unidos (UE) y el Frente Auténtico del Trabajo (FAT), presentaron la denuncia contra el vecino país del norte por las violaciones al Acuerdo de Cooperación en América del Norte (ACLAN).
La demanda que encabeza las peticiones del UE es que se anule la prohibición a la contratación colectiva, la cual otorga a los trabajadores el derecho de asociación.
Bruce J. Kipple, secretario tesorero de UE, declaró que la mayoría de las personas que ellos representan en esta lucha, son mujeres afroamericanas que para tener lo suficiente para vivir necesitan de dos o tres empleos, debido a los bajos salarios.
Las trabajadoras en Carolina del Norte no saben a que hora volverán a sus hogares debido a la política de tiempo extra obligatorio, mencionó Kipple.
Los empleos más recurrentes en los que ellas laboran, en esta zona sureña del territorio norteamericano, son hospitales y universidades, en las cuales sus derechos laborales son quebrantados.
Los trabajadores padecen discriminación, falta de protección en seguridad e higiene en sus centros de trabajo, además de largas jornadas de trabajo de hasta 14 horas en ciudades como Raleigh.
Patricia Juan Pineda, abogada de la Comisión Internacional de Derechos Laborales, comentó que «la violencia de género es increíble», las mujeres padecen de discriminación y acoso sexual en sus lugares de trabajo por parte de sus superiores, funcionarios públicos.
Por su condición social, mujeres de color en situación de pobreza, se ven obligadas a tolerar los bajos salarios y las inadecuadas condiciones de trabajo, señaló la abogada Juana Pineda, quien también labora en el FAT.
Ejemplo de ello son las trabajadoras del Departamento de Transporte, las cuales ocupan el puesto de chofer, y no cuentan con sanitarios, los únicos disponibles son para uso exclusivo de los trabajadores.
Ellas se ven obligadas a abandonar el empleo o a buscar baños públicos en las calles. Algunas empleadas renunciaron porque las condiciones de trabajo causaron estragos en su salud, «dos jóvenes presentaron infecciones en los riñones y problemas intestinales porque pasaban entre 6 y 8 horas sin poder ir al baño», mencionó Juana Pineda.
La demanda en contra del gobierno norteamericano contempla estas anomalías que infringen los derechos laborales de las mujeres; la denuncia «incluye visión de género, necesaria para contemplar las condiciones de desigualdad en el trato laboral», indicó Hilda Ramírez García, de las Coordinación Nacional del FAT, colaboradora del área de Equidad y Género.
El secretario tesorero de UE, Bruce J. Kipple, advirtió que seguirán con el movimiento solidario de las y los trabajadores, organizándose para ejercer la presión necesaria para cambiar la ley a favor de este sector.
La queja será presentada ante la Oficina Nacional Administrativa (OAN), dependiente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social de México, para que se realice la investigación necesaria y las recomendaciones pertinentes.
06/GCJ/CV
