Las colombianas siguen exigiendo Verdad, Justicia y Reparación para las jóvenes y niñas víctimas de los crímenes de lesa humanidad cometidos por paramilitares, quienes a pesar de estar en proceso de desmovilización, continúan violando sus derechos humanos.
Así lo demuestra un informe realizado por la Ruta Pacífica de Mujeres, cuyo objetivo es presentar los efectos de la desmovilización paramilitar a partir de la declaratoria del cese de hostilidades en el 2002 y hasta agosto de 2006, fecha en la cual se registró la última de las desmovilizaciones colectivas.
Pese a la Declaración por la Paz de Colombia, a los paramilitares se les siguen atribuyendo más de dos mil 300 homicidios y desapariciones; incluso el mismo día de su firma, María Arias Clavijo fue torturada y ejecutada por persecución política, presuntamente por las AUCC en Antioquia.
Los datos revelan que entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de diciembre de 2005, los paramilitares habrían cometido 202 casos de violación a los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario a igual número de mujeres, niñas y jóvenes, delitos denominados feminicidios.
Los feminicidios reportados por el análisis realizado en nueve ciudades del país, permite visibilizar los efectos del conflicto armado en la vida y el cuerpo de las mujeres, niñas y jóvenes quienes siguen siendo víctimas de violación a sus derechos a la vida, la libertad, la integridad física, psicológica y moral.
De igual manera y según el estudio los paramilitares aparecen como los principales responsables del desplazamiento forzado interno: «entre enero de 2003 y junio de 2006, en mil 496 hogares».
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