Para el Tao curativo es en el corazón donde, en última instancia, surge la compasión: la más alta expresión de virtud en el ser humano.
Para Janette Nutis, instructora Senior de Tao Curativo en México, el corazón es como un caldero que puede ser usado para combinar todas las virtudes –que se encuentran en otros órganos vitales– en energía de compasión, virtud última y atributo necesario para nuestro ser espiritual.
«La base del corazón es la empatía no la simpatía –debilidad que manifiesta la gente cuando se deja afectar fácilmente por las emociones ajenas— y eleva la conciencia por encima de la debilidad humana», dice Nutis.
Con compasión, agrega, podemos amar de manera incondicional y, por tanto, aceptar al mundo en sus propios términos sin sufrimiento
En el manual El sistema completo de disciplinas taoístas, Nutis explica como una manera de obtener la compasión, desde la perspectiva taoísta, es reciclando primero las energía emocionales negativas y restaurar e incrementar la fuerza vital, lo cual redundará en la nutrición de las energías positivas de los órganos (pulmones, riñones, hígado, bazo) para que pueda cada uno producir su propia virtud.
En la práctica del Tao curativo, la energía de virtud en exceso no se desperdicia ni se tira sino que se canaliza en beneficio de otras personas.
Sin embargo, si tratamos de practicar la compasión sin haber transformado las emociones negativas y reestablecido las energías de virtud habrá muy poco que ofrecer a las y los, alerta Janette Nutis, quien define a la compasión como la más alta expresión humana de emoción y energía de virtud.
Para ella alcanzar la compasión corresponde a un nivel de desarrollo del ser humano y requiere de un trabajo duro y de una meditación seria (profunda, constante) antes de que pueda florecer en nuestra vida.
«No es una virtud única sino la destilación y culminación de todas las virtudes, expresada en un momento dado como una mezcla de la justicia, la bondad, la gentileza, la honestidad, el respeto, el valor y el amor. Es la energía más benéfica que se puede compartir», explica.
El poder de expresar alguna o todas estas virtudes en el momento apropiado indicará que la persona ha logrado la unidad interna, colocándose así en un estado de compasión.
Acerca de cuál es el sonido del corazón –el cuarto en el orden creativo del concepto de los cinco elementos– que ayudará a alimentar desde él este proceso de compasión hablaremos en la entrega de la próxima semana.
[email protected] (www.taocurativomexico.com)
*Periodista mexicana, facilitadora de grupos, terapeuta con Enfoque Centrado en la Persona y Gestalt, instructora asociada de Tao Curativo.
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