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Documenta video la «readaptación» de seis mujeres indígenas

Por la Redacción

Bertha, Teresita, Angelina, Francisca, Juanita y María fueron condenadas por delitos contra la salud, pero poco a poco deshilaron sus condenas y hoy empiezan a bordar su libertad, quizá la parte más difícil de toda esa experiencia.

Seis mujeres oaxaqueñas, a quienes la sociedad conoció a través de «Deshilando condenas, bordando libertades», un trabajo videográfico de la doctora Concepción Núñez Miranda, que ahora continúa con la historia de ellas en libertad.

«Y después de la justicia» es el título de esta nueva entrega documental que deja al descubierto la mentira de la readaptación social, porque quienes han estado en prisión se enfrentan a una sociedad que les niega todo tipo de oportunidades, que les pide rehacer su vida, cuando el contexto es otro, cuando falta aún que enfrenten un castigo mayor, porque las y los hijos ya las olvidaron, no las perdonan o están totalmente desapegados.

El documental se presentó la noche de este jueves en la Casa de la Ciudad. La «impartición de justicia es la impartición de injusticia», dijo Concepción Núñez en el acto. Se trata de seis mujeres indígenas que, orilladas por la pobreza, su ignorancia o su inocencia, cometieron delitos contra la salud.

Ellas estuvieron en la cárcel purgando penas de entre tres y seis años. Hoy las juzga su propia familia, por el involuntario abandono en que se quedaron.

Núñez Miranda explicó que su video documental muestra también «que lo que nos hace mucha falta en Oaxaca es la justicia verdadera, la de un estado real de derecho y la de un estado real de democracia».

Recordó que el primer video, realizado con el apoyo del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), se logró mostrar a los jueces y magistrados, a legisladores y funcionarios del Ejecutivo federal y pudo influir en la excarcelación de estas mujeres que habían cometido delitos de la pobreza.

Lo que ahora intentamos decir en este trabajo ?realizado con el apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas- es que las mujeres salen de prisión pero sin oportunidades de trabajo y con el estigma de haber estado en la cárcel, fueran o no culpables, dijo Núñez Miranda, quien durante más de cinco años realizó una investigación sobre las mujeres indígenas presas por delitos contra la salud.

INJUSTICIA EN LIBERTAD

En la introducción del video «Y después de la justicia» se señala que la justicia y los derechos humanos se convierten en una ficción en México, donde «quienes no tienen dinero no tienen justicia».

«Me daba vergüenza salir, andar por el pueblo», «meses no salí de mi casa», «cada pregunta era como que le echaran alcohol a una herida, diario era eso», «salir de la cárcel era peor que ser madre soltera», señalan las mujeres que narran también las terribles condiciones en que encontraron sus casas: «esto era una maleza», «los ratones se habían comido toda la ropa».

Pero los días pasaron y «con mucho sacrificio para vivir», las seis mujeres enfrentan su nueva realidad. Bertha cuenta que finalmente decidió quitarse la vergüenza y abrió una caseta prestada para vender tortas, «el primer día vendí ocho pesos, era terrible».

El castigo, dice Núñez Miranda y más tarde lo ratifican las propias mujeres, suele ser muy injusto, «más aún cuando alcanza a nuestras hijas e hijos».

«No están metiendo a quienes hicieron maldades, están castigando a mis hijos, ellos pagaron más que yo», «cuando salí, fue difícil, tardé mucho para recuperar a mis hijos, que me rechazaban, ya me aceptan». «El día que salí y llegué mis hijos no me querían estaban acostumbrados a estar solos». «Por no estar en la casa mi hijo tomó un camino equivocado y hasta ahora lo estoy pagando», narran las mujeres.

A su vez, Martha Aparicio Rojas, presidenta del Grupo de Estudios sobre la Mujer «Rosario Castellanos» (Ges-Mujer), apuntó que para la sociedad mexicana las mujeres indígenas y pobres no existen, menos aún si están en la cárcel o acaban de salir de prisión.

«Y la pregunta es que ella se readapte a qué, cuando de entrada están frente a una sociedad que las desconoce, las desvalora, las discrimina», añadió la presidenta de Ges-Mujer, quien agregó que otro elemento en contra es que impartir justicia está permeada por una visión de género, la visión de quién crea las leyes y de quién aplica la ley.

En entrevista con Cimacnoticias, Bertha relata que fue detenida en la terminal de autobuses, donde ayudó a una mujer que cargaba un bebé y muchas bolsas, «yo cargué una para ayudarla, ya ve como es una, y mire, ahí que me detienen, de la mujer no supe ni para dónde se fue, ni quién era. Pero más que castigarme a mí, mis hijos pagaron por mí».

Volver a comenzar ha sido difícil. Su hija, ahora una joven de 20 años emigró a Los Ángeles, «donde dice que le va bien». El muchacho de 16 años de edad todavía no le perdona los años de «abandono» y la sigue culpando de la situación que vive. Dejó los estudios en el bachillerato, porque Bertha no tenía para pagar la inscripción y las materias, algo así como dos mil pesos. «Yo creo que me quiere castigar, sí, tengo culpa, pero no toda la culpa», dice la mujer de piel morena que intenta sonreírle a su nueva vida.

Para Francisca, originaria de San Vicente Coatlán, la herida todavía no sana: su compañero murió mientras ella estaba en la cárcel «y de eso todavía no me recupero», explica mientras hace esfuerzos para que las lágrimas no salgan de sus ojos.

De mis hijos, sólo me queda uno, el otro se fue al norte. El muchacho quiere estudiar, yo no sé cómo hacerle, no tengo un trabajo y vivo sólo de mis bolsas y mis blusas bordadas.

Pero la preocupación de Francisca va más allá, dice que todavía hay muchas mujeres en el país pagando años de prisión, lejos de sus hijas e hijos. «En Puebla tengo dos paisanas, a ellas les echaron 15 años, ojalá alguien las ayude como Conchita nos ayudó a nosotras, ojalá que alguien les enseñe estos videos a los jueces de Puebla».

Pero ni modo con lo que pasó, ahora hay que echarle ganas, dice Lupita, hija de Tomasa, en el video «Y después de la justicia»?

07/SJ/GG/CV

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