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La feminización de la pobreza

Por Guadalupe Cruz Jaimes

La mayoría de las mil 500 millones de personas que sobreviven en el mundo con menos de un dólar al día son mujeres. La brecha que divide a mujeres y hombres inmersos en la pobreza ha crecido en el último decenio. Este fenómeno es conocido como feminización de la pobreza.

Del total de salarios que ganan los hombres del mundo, las mujeres sólo ganan la mitad de esa cifra.

Es común que las mujeres en situación de pobreza no tengan acceso a recursos importantes como los préstamos, la tierra y la herencia. Su trabajo no es recompensado, ni reconocido.

Asimismo las mujeres son consideradas el sector que más carece de servicios como la salud y derechos básicos como la educación.

La pobreza es un factor que limita el acceso de las mujeres a los recursos y servicios que podrían mejorar su nivel de vida.

La Plataforma de Acción, aprobada por la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, identificó la erradicación de la pobreza padecida por las mujeres como una de las 12 esferas de especial preocupación, la cual requiere la adopción de medidas por parte de la comunidad internacional, los gobiernos y la sociedad civil.

La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas propuso, un año más tarde, crear nuevas medidas por parte de los Estados Miembros de las Naciones Unidas y la comunidad internacional, para incluir la perspectiva de género en todas las políticas públicas y los programas orientados a erradicar la pobreza.

Los acuerdos logrados en dicha reunión están encaminados a la adopción de políticas que garanticen a las mujeres protección económica y social, durante los períodos de desempleo, enfermedad, maternidad, gestación, viudez, discapacidad y vejez.

La potenciación del papel económico de la mujer es un factor de importancia crítica para liberar a millones de personas que viven situación de pobreza, según el Informe sobre la pobreza, del Programa de las Naciones Unidas para Desarrollo, de 1998.

De igual forma, proporcionar oportunidades económicas y educacionales para las mujeres, así como la autonomía necesaria para aprovechar esas oportunidades, ayuda a las mujeres a mejorar su condición económica considerablemente.

Por último, la autorización de préstamos, principalmente micropréstamos, representa una estrategia popular que ha obtenido buenos resultados en la erradicación de la pobreza, indica el Informe.

07/GCJ/GG

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