La órbita microcósmica o pequeño ciclo celestial, circuito de energía que corre en círculos en el interior del cuerpo humano, es para el Tao Curativo el camino más seguro y más sereno hacia la buena salud.
Con esta afirmación, el maestro Mantak Chia -quien ha difundido esta propuesta en el mundo occidental- presenta las bondades de esta práctica, conocida actualmente gracias al descubrimiento de antiguos maestros taoístas.
Para saber de qué se trata, es necesario conocer qué son y donde se encuentran los canales de energía primarios.
En los seres humanos, el sistema nervioso es capaz de dirigir la energía al lugar que el cuerpo necesita. Sin embargo, en la antigüedad los maestros taoístas descubrieron la existencia de dos canales primarios que transportan un corriente de energía extraordinariamente poderosa: el funcional y el gobernante.
El funcional inicia en el perineo, ubicado en la base del tronco del cuerpo, entre los genitales y el ano. Asciende por el frente pasando por genitales, aparato digestivo, corazón y garganta.
El gobernante comienza en el mismo lugar, fluye desde el perineo por el cóccix, recorriendo la columna vertebral hasta llegar al cerebro, sube por la cabeza y desciende por el frente.
El punto de conexión entre estos canales es la lengua. Al respecto dice Chia:
«La lengua es como un interruptor que conecta estas dos corrientes, ya que cuando se pega al cielo de la boca (paladar) justamente detrás de los dientes superiores, la energía fluye en círculo, subiendo por la columna y bajando por la parte anterior del cuerpo. Ambos canales forman un solo circuito que la energía une en círculos» (Despierta la energía curativa a través del Tao, 1991).
Para los maestros taoístas, cuando esta energía fluye formando un circuito cerrado alrededor del cuerpo por estos dos canales, se dice que el pequeño ciclo celestial u órbita microscópica se ha completado.
Es entonces que en el cuerpo, señala Chia, su corriente vital circula pasando por los órganos mayores y el sistema nervioso central, dando a las células la sustancia necesaria para desarrollarse, curar y funcionar.
La potencia de estos dos canales principales de energía, circulando en la órbita microcósmica unidos por la lengua, pueden compararse a la instalación eléctrica de una casa, explica y da un ejemplo.
Imagínate un tendido general que lleva la corriente hasta el cuadro eléctrico de un edificio. Este cuadro contiene los fusibles (desconectares automáticos) que protegen la instalación interior de las sobrecargas y los cortocircuitos. También posee interruptores que controlan el paso de la corriente a todas las estancias de la casa.
Esta instalación interior es como las «seis vías de fuerza especiales», que dentro del cuerpo se utilizan en los niveles superiores de la meditación taoísta, las cuales se ramifican a partir de la órbita microcósmica.
Abrir la órbita microcósmica es algo parecido a instalar la energía eléctrica en tu casa, tu yo soy corporal, e iniciar la preparación para conectar la red general de la compañía eléctrica, es decir, que la persona estará así preparada para recibir la fuerza (de energía que corre por el cuerpo) que venga de arriba y de abajo sin que se produzca ningún daño.
Acerca de la cómo abrir las rutas de energía hablaremos en la siguiente entrega. Prueba unir los dos cabales con la lengua pegada al paladar de la boca y anota la experiencia en tu Diario del Cuerpo.
*Periodista mexicana, facilitadora de grupos, terapeuta con Enfoque Centrado en la Persona y Gestalt, instructora asociada de Tao Curativo (www.taocurativomexico.com).
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