La órbita microcósmica o pequeño ciclo celestial, que se forma en la unión de los canales de energía fría funcional (yin/femenino) y de energía caliente gobernador (yang/masculino) a través de pegar la lengua en el paladar, tiene la función de enlazar con todos los órganos vitales del cuerpo humano (Cimacnoticias, 20 de marzo, 2007).
Para el maestro Mantak Chia, al completarse esta ruta, el yin y el yang se mezclan en armonía, permitiendo aumentar en la persona el flujo interior de energía y enviar energía, hormonas y vitalidad por todo el cuerpo.
Así se puede acumular, transformar y absorber la energía donde sea necesaria, dice.
En su libro Despierta la energía curativa a través del Tao (1991), Chia explica que para establecer el flujo de los meridianos (canales de energía que corren por el cuerpo) algunos taoístas se concentraron en los puntos de fácil localización que concordasen con los puntos de acupuntura.
«Concentrándose en estos centros de fuerza concretos, los taoístas se dieron cuenta de que no sólo se libera el chi para seguir la corriente cálida, sino que además se activaban los puntos de energía, produciendo todo un conjunto de funciones físicas y mentales».
Da como ejemplo el punto del ombligo, a partir de concentrar la atención en él, la energía actúa sobre todo el sistema gastrointestinal y el aumento de chi ayuda a hacer la digestión y a equilibrar el apetito.
En este mismo texto, hace una breve guía útil para aquellas personas que empiezan a introducirse en la práctica del Tao Curativo y advierte que la forma como se despierte esta energía o flujo de chi (energía vital) dependerá de la experiencia de cada persona y de su estado físico, emocional y psicológico.
«Para despertar la energía que hay en los puntos del individuo (puntos de acupuntura) utiliza tu visión interior. Dirígela a tu interior, al punto que desees activar, y concéntrate en ese punto de tu cuerpo. No crees una imagen visual del punto de energía. Es preferible que hagas descender tu mente (atención) desde la cabeza y la coloques en tu cuerpo, o sea, en tu ombligo».
Los resultados, después de hacer este pequeño ejercicio, pueden variar: sentir una corriente cálida o fría, una sensación de picor o ver colores, irritación o dolor.
De cualquier manera, subraya Chia, experimentar la energía es bueno. Y señala:
«No ignores los mensajes y sensaciones que envía tu cuerpo; si acaso, escucha con más atención y experimenta tu cuerpo con más plenitud. Estos mensajes son valiosas señales que indican que estás sintonizando con la energía etérica que une el cuerpo físico con la mente».
Practica todas las veces que puedas este ejercicio (conexión con el punto en el ombligo). Acerca de cuáles son los 17 puntos y centros de energía, además del canal funcional y el gobernador, hablaremos la próxima semana.
*Periodista mexicana, facilitadora de grupos, terapeuta con Enfoque Centrado en la Persona y Gestalt, instructora asociada de Tao Curativo (www.taocurativomexico.com).
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