El trabajo doméstico remunerado es una de las principales ocupaciones en las que se concentra la población femenina económicamente activa.
Las trabajadoras del hogar son jóvenes, en su mayoría, de origen campesino, indígenas solteras que emigran de los estados más pobres del país. De igual forma las mujeres de colonias populares de las ciudades se dedican al trabajo doméstico para contribuir a la manutención de sus hogares.
La falta de educación, en muchos casos, las ha obligado a laborar en las tareas que mejor saben realizar, debido a que desde niñas las mujeres han sido capacitadas para desempeñar toda clase de trabajos domésticos.
El trabajo doméstico no es reconocido socialmente, por lo cual su remuneración y valoración se encuentra sujeta a las condiciones de usos y costumbres de las personas con las que se emplea.
El servicio del hogar se contrata verbalmente y las condiciones de trabajo para la prestadora de servicios son desfavorables, pues su remuneración es del salario mínimo estipulado por la ley.
Entre las condiciones laborales perjudiciales para las empleadas domésticas se encuentra que su jornada laboral es extensa e indefinida, no se respetan las 8 horas de trabajo, y no se les otorga ningún tipo de seguridad social. Y el derecho al día de descanso, vacaciones y aguinaldo pocas veces es respetado.
El trabajo del hogar se encuentra considerado en la Ley Federal del Trabajo, en los artículos 331 al 343. En ellos se especifica que las y los trabajadores, contratados verbalmente, cuentan con derechos como cualquier otro trabajo, pero en la práctica las obligaciones de los patrones no siempre se cumplen.
Según datos de la Encuesta Nacional de Empleo, en el país existen casi dos millones de personas que realizan algún trabajo de tipo doméstico, de las cuales, el 88 por ciento son mujeres.
Una quinta parte de las mujeres empleadas en el servicio doméstico son menores de 20 años, y poco más de la tercera parte son casadas. Una quinta parte son jefas de hogar; 40.7 por ciento de ellas gana menos de un salario mínimo, y el 44 por ciento recibe ingresos de uno a dos salarios.
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