El aborto ha sido clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como: espontáneo, inducido e inseguro.
El aborto espontáneo consiste en la pérdida del embarazo antes de que el feto pueda vivir fuera del útero materno. De acuerdo con la OMS el feto es viable a las 22 semanas de gestación.
El inducido es el proceso a través del cual se interrumpe el embarazo antes de la viabilidad fetal. Se realiza bajo las normas de salubridad necesarias y por algún motivo contemplado en la ley.
En último lugar está el aborto inseguro, definido como un procedimiento realizado a fin de interrumpir la gestación, efectuado por personas con conocimientos médicos insuficientes y es realizado en un ambiente carente de estándares médicos mínimos, o en ambos casos.
El aborto ha sido considerado por instancias internacionales como un problema de salud pública que afecta a las mujeres del mundo, sin importar su grado de escolaridad y nivel socioeconómico, señala el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
En 54 países del mundo, es decir el 40.5 por ciento de la población mundial, el aborto está permitido con la sola petición de la mujer.
En nuestro país la mayor parte de los abortos practicados son inseguros y ponen en riesgo la vida y la salud de las mujeres, pues se llevan a cabo en la clandestinidad debido a que las leyes actuales restringen a ciertos criterios el derecho de las mujeres a elegir ser madres o no.
En México las causas de aborto no penado varía de un estado a otro, sólo en Yucatán está permitido abortar por razones económicas.
Las mujeres mexicanas tienen la opción de practicarse un aborto seguro, es decir asistido en sitios regulado por las instituciones de Salud Pública, sólo en los siguientes casos: si el embarazo es resultado de una violación (en 31 estados); es provocado accidentalmente (en 11); pone en riesgo la vida de la mujer (en 8); el producto tiene malformaciones genéticas graves (en 10); si el embarazo es producto de una inseminación artificial no consentida (en 7), y si la mujer tiene razones económicas para interrumpir el embarazo y ya es madre de al menos tres hijos (uno).
De esos motivos, únicamente la causa de la violación es válida en todo el territorio nacional, incluido el DF, y está totalmente restringido en Guanajuato.
La mayor parte de las leyes de aborto actuales funcionan desde los años treinta y sólo la mitad o una tercera parte han vuelto a revisarse desde entonces.
Esta situación legal desfavorece la salud de las mujeres y las coloca en una situación de riesgo al tomar una decisión dispar con el razonamiento del Estado y las instituciones, como la Iglesia.
Las mujeres que no cuentan con los recursos económicos necesarios para realizarse un aborto seguro, asistido en un lugar que cumpla con las normas de salubridad, recurre a la clandestinidad y los estragos en su salud pueden ser fatales. En nuestro país dicho sector es mayoritario. Por ello el aborto constituye un problema complejo de salud pública y justicia social, señala GIRE.
El aborto asistido en el marco de la legalidad no sólo garantiza que quienes crean conveniente interrumpir su embarazo cuenten con la protección del Estado y con la seguridad de que dicha interrupción se efectuará en condiciones de seguridad.
Se trata de respetar las decisiones conscientes e informadas de las mujeres y, además, de asegurarles el derecho a disfrutar del más alto nivel de salud y bienestar que pueda ofrecer el Estado.
07/GCJ/GG/CV