Lo que las mujeres de nuestra ciudad necesitan hoy es un servicio de atención a la salud que dé igualdad de trato a mujeres y hombres, que reconozca la diferencia sexual, reconoció la feminista Marta Lamas, al advertir que las diferencias biológicas no deben traducirse en desigualdad social, política y económica.
En su ponencia titulada «El acceso a la justicia en la salud sexual y reproductiva de las mujeres», la antropóloga explicó que mujeres y hombres son iguales en tanto seres humanos, pero distintos en tanto sexos. Diferencia ?dijo- que no debe suponer una condición distinta de la mujer, opuesta al hombre, toda vez que las únicas dos diferencias son la sexualidad y la procreación.
Destaca que la garantía sexuada de la despenalización del aborto pretende acabar con la «estructura de desventaja» que es la maternidad impuesta a la fuerza, cuando es vivida como coerción a la autonomía personal, y las inevitables restricciones y cargas de trabajo extra que conlleva no son elegidas.
Marta Lamas mencionó que en México la identidad femenina está marcada con pautas de renunciación y abnegación; se pronunció por la «necesidad de desarrollar una compresión desculpabilizadora y desmitificadora de lo que es ser mujer».
Durante su intervención en el Foro de Consulta Ciudadana «La ciudad que queremos las mujeres», la feminista Lamas urgió al gobierno capitalino a «abordar la interrupción no sólo como un incidente obstétrico sino también en su dimensión libertaria. Es ampliar el rango de las consideraciones sobre la salud más allá de los aspectos biofisiológicos».
DERECHO A LA SALUD
En su momento, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Álvarez Icaza, comentó que ante el abandono en que la sociedad en su conjunto, pero principalmente la autoridad, tienen a las mujeres, es indispensable diseñar políticas públicas que posibiliten y faciliten a las mujeres el acceso, procuración e impartición de justicia.
El Ombudsman capitalino sostuvo que el Estado tiene una inmensa deuda con las mujeres. Agregó que la desigualdad en torno a las condiciones materiales, educativas, laborales, de salud y de justicia para las mujeres está ligada a circunstancias de exclusión.
Álvarez Icaza externo que en un Estado en el que queremos avanzar hacia la consolidación democrática no se puede ignorar que más de la mitad de la población se encuentra en riesgo sólo por razones de género.
La discriminación hacia las mujeres es un fenómeno que persiste y provoca la existencia de condiciones menos desfavorables para su pleno desarrollo, indicó el presidente de la CDHDF.
Emilio Álvarez informó que en el 2006 los derechos más vulnerados a mujeres fueron: los derechos de las personas privadas de su libertad, los de circulación y residencia, los de seguridad jurídica, los de las víctimas o personas ofendidas, así como el derecho al debido proceso.
Puntualizó que la mitad de las recomendaciones que involucran a mujeres provienen de casos en que se violan los derechos a la salud, mientras que una cuarta parte se refiere a la violación de los derechos de propiedad, y la otra cuarta parte concierne al tema de la vulneración de derecho a las y los reclusos y la seguridad jurídica.
En su momento, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza, comentó que ante el abandono en el que la sociedad en su conjunto, pero principalmente la autoridad, tienen a las mujeres, es indispensable diseñar políticas públicas que posibiliten y faciliten el acceso, procuración e impartición de las mujeres al sistema de justicia.
El Ombudsman capitalino sostuvo que el Estado tiene una inmensa deuda con las mujeres, agregó que la desigualdad en torno a las condiciones materiales, educativas, laborales, de salud y de justicia para las mujeres está ligada a circunstancias de exclusión.
En el marco del foro de Consulta Ciudadana «La ciudad que queremos las mujeres», la doctora en ciencias políticas Teresa Incháustegui externó que la pobreza es un fenómeno complejo y multidimensional que afecta de forma diferente y desigual a mujeres y hombres, debido a las desigualdades de género.
La directora del Centro de Estudios para el Avance de la Mujer de la Cámara de Diputados aclaró que dichas desigualdades se expresan en la discriminación hacia las mujeres en el acceso al mercado laboral, el salario, el reparto inequitativo del trabajo doméstico, falta de acceso a los recursos, las oportunidades y los servicios públicos.
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