La mitología popular sobre las actitudes de todos los dictadores de todos los tiempos, es que estos personajes dejan un día de escuchar y pierden toda objetividad. Suponen que lo que hacen está bien, para sus intereses, sus ideas o sus propósitos, de la clase que se trate. De emperadores a cabezas de pequeños proyectos, estas personas, se dice, pierden el piso. Tienen la mirada fija y son capaces de empezar a cavar en su contra. No tienen autocrítica, creen que han llegado a la cima. No se actualizan, no tienen un mínimo de generosidad y no escuchan.
Lo grave es que son responsables de las guerras fraticidas, de millones de muertes, disturbios y desgracias.
Sería bueno recordar que hay estudios sobre la mente de los dictadores. Ahí está Hitler quien finalmente fue derrotado, pero dejó a su paso una estela de horrendos crímenes. Se diría que estos personajes son la viva imagen del patricarcado.
Le ha pasado a muchos. ¿Por qué no habría de pasarle a las mujeres tan recientes en el poder? Vean lo que sucedió y sucede a Rosario Robles; lo que puede sucederle a Amalia García si no reflexiona; lo que le pasó a Margaret Thatcher y su guerra contra las Malvinas. Ella como todas las mujeres no nacimos en Marte, sino en esta tierra de hombres.
Los ejemplos sobran. En México de Porfirio Díaz a Carlos Salinas de Gortari, sintiéndose prohombres, condujeron al país a la confrontación.
Me temo que Elba Esther Gordillo está en el dintel. Su ambición de poder, sus alianzas inconfesables y otras que ella misma confiesa, su absoluta e insaciable sed de poder, incluso con un dejo de mujerismo, pensando que todo lo pude, y mucho de lo que realmente ha podido.
Desde hace un par de meses o más, Elba tiene una confrontación con Josefina Vázquez Mota, secretaria de Educación Pública, por imponer una visión sobre la Reforma Educativa; sabe que Felipe Calderón le debe en parte su asiento en la silla presidencial; por ello lo presiona. Tan es así que el SNTE recibió 500 millones de pesos más en la reciente contratación colectiva y el señor Felipe Calderón, mintiendo a la opinión pública, le otorgó bajo la mesa no 15 sino 20 por ciento para la rezonificación.
Con más dinero, como en tiempos de Fidel Velásquez, se espera la desmovilización y el silencio magisterial. Por eso se hizo nombrar, precisamente en vacaciones escolares, (como en sabadazo) y violando todas las leyes, presidenta vitalicia del Sindicato de maestros.
¿Pensará que ya nada la detiene? ¿A que influjos extra racionales se atendrá?, tanto que doña Josefina no sabe ya qué hacer. Bueno me cuentan que en los actos públicos la secretaria de Educación no ve, no oye, no saluda al yerno incómodo, Fernando González, subsecretario de educación básica, el más poderoso de esa dependencia, sólo por el número de escuelas, maestras y maestros bajo su mando.
La tensión llegó a límites peligrosos. Pero ahora, como presidenta vitalicia, Elba Esther siente que todas las tiene consigo. Que es invisible.
El acuerdo bajo reserva que descubrieron todos los periodistas, en una reunión que era secreta pero de la que se enteraron las y los colegas gracias a la reorganización de los opositores que allá en Tijuana se reunieron también, es un acuerdo peligroso.
Los maestros antielbistas, no han cejado en su demanda de dar marcha atrás a la nueva Ley del ISSSTE que Calderón otorgó como pago a Elba para el libre manejo de todas las pensiones.
Será que ella se cree invencible ¿realmente? Se lo habrán dicho las cábalas que consulta. Y Felipe, bueno, Felipe debe mucho, a los peores del país, y es sólo y nada más un empleado de los poderes de facto, en México.
Es inaudito que en el séptimo año del tercer milenio la cúpula de un sindicato, claro poderoso, manipulador, que ahora repartirá las migajas para calmar a los opositores, se haya fraguado esta designación que me parece un acto contra la inteligencia. ¿Será que las y los maestros se van a dejar? ¿Será que la historia de los pueblos dominados y oprimidos se repite sin fin? ¿Será que los poderes se han enseñoreado a tal grado?.
La verdad es que Elba Esther por ahora debe sentirse como la Thatcher, mostrando a Calderón quien manda.
No estoy segura que ganará la batalla. Se ha perdido en su infinita incapacidad para darse cuenta de que es finita, no sabe que hay pueblo y que éste piensa. Esta nueva indignidad para nuestra historia, consentida por un interesante grupo de gobernadores, incluido el que es de origen maestro, Humberto Moreira de Coahuila, son, ellos sí, una amenaza real para los planes de Calderón.
Mientras ello sucede los panistas no dejan de actuar, quieren que en las escuelas se dé instrucción religiosa; quieren borrar de la Constitución la palabra laicismo y buscan, dicen, «mayores libertades religiosas», considerando corta y coja la reforma a su favor que hizo Carlos Salinas de Gortari, por cierto el mayor impulsor de la maestra en su tiempo.
Y no se trata de sexos. Ya veo frotarse las manos a los enemigos del feminismo. Se trata de cabezas, maculinizadas, que usaron el mujerismo y la vulgaridad del empoderamiento de las mujeres, para actuar contra las mujeres. Porque, ¡¡¡¡¡¡válgame Dios!!!!!!, esas son las mujeres al poder.
En la historia de Elba Esther se ha contado con la anuencia de algunas feministas. ¿El partido de Patricia Mercado, aquél de México Posible no se hizo con el apoyo de la maestra? Creo que sí.
Yo esperaría una reacción de las y los profesores, más allá de los siempre vanguardistas, con todo y contradicciones, de la CNTE.
Esperaría que dentro de las estructuras controladas del SNTE la protesta y la indignación por el acuerdo de cúpula, no prospere.
Desde la cuestionada presidencia de la República tendremos que esperar. Pero por favor que a nadie le llame la atención si durante el sabadazo vacacional, un día de estos nos enteremos que Josefina Vázquez Mota deja la Secretaría de Educación, porque entonces sabremos cómo es que Felipe Calderón calló de rodillas y no hace sino pagar y pagar a sus apoyadores, incluidos cientos de comunicadores y periodistas que no cesan de aplaudirle. Cada quien cobra sus intereses. ¡¡¡¡¡¡¡¿Qué país!!!!!!!
* Periodista y feminista mexicana, reportera en los periódicos El Día, unomásuno, La Jornada, directora del suplemento Doble Jornada, directora fundadora de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC).
07/SLL/CV