La Sociedad Internacional de SIDA (IAS, por sus siglas en inglés), que representa a más de 11 mil enfermeras en alrededor de 170 países, ha reaccionado con consternación y disgusto ante el juicio que se llevó acabo el pasado 11 de julio en los tribunales libios y en el que se sostuvo la pena de muerte impuesta a cinco enfermeras búlgaras y un doctor palestino con relación a la expansión de VIH en el Hospital Benghazi.
En un comunicado de prensa, el presidente de IAS, el doctor Pedro Cahn, se refirió a las pruebas presentadas y que confirman que el médico y las enfermeras no eran responsables de la expansión de VIH en el Hospital Benghazi, y dijo que este caso representa un fracaso del sistema de justicia en Libia.
Tanto Luc Montagnier, el co-descubridor de VIH, como Vittorio Colizzi de la Universidad de Roma han declarado que las infecciones de VIH ya estaban antes de la llegada de los demandados en el hospital, dijo el doctor Cahn.
«Además, un estudio de sangre de niñas y niños realizada por la Universidad de Oxford ha demostrado que el subtipo de VIH involucrado en el caso estuvo presente en la sangre de los pacientes mucho antes de la llegada tanto del médico como de las enfermeras. Sin embargo, estas pruebas no se tomaron en cuenta durante el juicio».
En el comunicado, el doctor Cahn manifestó que mantenía la esperanza de que las negociaciones reportadas entre la Unión Europea y el gobierno de Libia lograran la liberación de las enfermeras y el médico.
Sin embargo, durante el juicio se alegó que tanto las enfermeras como el médico expandieron deliberadamente el VIH entre 426 menores de edad en el hospital, y causó la subsiguiente muerte de 52 de ellos.
Las seis sentenciadas son: las enfermeras Kristiana Vulcheva, Nasya Nenova, Valentina Siropulo, Valya Chervenyashka, Snezhana Dimitrova y el doctor Ashraf al-Hajuj.
De acuerdo con la prensa internacional, las seis personas acusadas fueron detenidas y arrestadas en 1999. En 2001 inició el juicio que terminaría en 2004, sentenciando a las y el acusado a morir fusilados.
No obstante, el tribunal superior en Libia anuló dicha sentencia y ordenó la revisión del proceso argumentado que hubo fallos en el juicio.
El nuevo procedimiento inició en mayo de este año y finalizó el pasado 11 julio, nuevamente con la sentencia de la pena de muerte.
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