Ocho de cada diez empleadas del hogar reciben una remuneración de tan sólo hasta dos salarios mínimos, es decir, en promedio 2 mil 112 pesos al mes, 70.40 pesos al día o casi ocho pesos por hora, señaló el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Álvarez Icaza Longoria.
Eso, dijo, gana una mujer que se dedica a lo que la sociedad reconoce como sustantivo: «El cuidado de los niños y el trabajo de la alimentación, por lo que en realidad vemos una doble moral, porque se reconoce como una parte sustantiva, pero en lo económico y en lo social hay un castigo».
Al participar en la mesa de trabajo Por la Revalorización del Trabajo Doméstico, que organizó el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (Inmujeres-DF), informa un boletín de prensa de la CDHDF, el Ombudsman capitalino manifestó que 96 por ciento de las personas dedicadas a esta actividad no acceden a los servicios de salud; ocho de cada diez carecen de prestaciones sociales y por su nivel de ingreso no pueden tener acceder a créditos.
En las condiciones de trabajo de las trabajadoras domésticas, se reproducen situaciones alarmantes de discriminación, de abuso y de violencia, en particular por cuatro características que las exponen a la vulnerabilidad: ser jóvenes, su de origen indígena, no hablar español y su falta de escolaridad, expuso.
Para Emilio Álvarez Icaza, en los últimos años la política económica ha generado desigualdad, pues durante el periodo 1982-2005 los salarios mínimos cayeron 70 por ciento, «las personas que menos ganan son las que más han perdido en esta carrera de precios y salarios, y en particular esos son los salarios a los que acceden las empleadas del hogar».
Por su parte, la Directora General de Inmujeres-DF, Martha Lucía Micher, informó que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), alrededor de 41 por ciento de las mujeres de 14 años o más forman parte del mercado laboral. Incorporación femenina que no se refleja igual al interés de los hombres en las tareas domésticas: sólo 57.4 por ciento comparten esta responsabilidad –a la que le dedican 4 horas– cuando la totalidad de las mujeres le brindan 15 horas.
Según el INEGI, en 2005 la población dedicada al trabajo doméstico remunerado ascendía a 1 millón 783 mil 722 personas, de las cuales el 91.4 por ciento eran mujeres, con un promedio de escolaridad de primaria y 38 años de edad, además de que una de cada cuatro era jefa de familia, apuntó.
El pasado 30 de mayo, Inmujeres-DF presentó la Campaña: El trabajo de las Mujeres es trabajo por la ciudad, con el objetivo de «impulsar acciones que contribuyan a la construcción de relaciones de equidad al interior de las familias, así como promover la revalorización de las trabajadoras».
En opinión del secretario técnico de la CDHDF, Ricardo Bucio Mújica, las trabajadoras domésticas enfrentan una discriminación de tal magnitud. Por ejemplo, dijo, en la Ley para Prevenir y Erradicar la Discriminación en el Distrito Federal, aprobada el año pasado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), se enlista a varios grupos que son mayormente discriminados sin que aparezcan las empleadas del hogar, por lo que pidió impulsar reformas legislativas a fin de hacer visible la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran.
El comunicado señala que con el propósito de sensibilizar y concienciar a la ciudadanía del Distrito Federal, el 27 de marzo de este año la CDHDF se sumó a la Campaña por la No Discriminación y Difusión de los Derechos Laborales de las Empleadas del Hogar junto con el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar.
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