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Las de La Vela Perpetua

Por Juana Eugenia Olvera Méndez

«Cosas veredes»… solía decir Sancho Panza a su Señor don Quijote y en pleno siglo XXI una legisladora del Partido Nueva Alianza del estado de Nuevo León propone que se prohíba a las mujeres que laboran en el Congreso del estado no vestir minifaldas, ni emplear amplios escotes y mucho menos maquillarse, para que no distraigan a la mayoría de los diputados.

Sin duda está totalmente convencida de lo que ha predicado siempre la iglesia, que las mujeres somos la perdición de los hombres, como ellos son inocentes y no tienen capacidad de elección, casi, casi, son forzados a «pecar».

Es inaudito que crea que la vida debe estar sujeta a un género específico. Fuimos creados libres, macho y hembra y, como tales, disponemos de un cuerpo al que cada uno de nos deberá responder, cuidar, disfrutar, gozar.

Blanca Nelly Sandoval Adame, legisladora en cuestión, sin duda no debe sentir que es atractiva para el sexo opuesto. Por esa condición que establece la educación confesional de negar la humanidad y querer creer que nacemos por obra y gracia de no sé que, pero no a través de una relación sexual, se han generado una serie de perversiones sexuales que ésas si muestran cerebros dañados.

Ya que el simple hecho de ir en contra de nuestra naturaleza muestra la rebeldía que estos supuestos emisarios de dios han hecho al inventar el celibato y mantenerse hipócritamente en él, ya que cuando los abusos abundan, saltan a la luz las fechorías cometidas en ese campo.

Me recuerda al senador norteamericano Larry Craig que se dedicó a denostar y perseguir a la comunidad gay norteamericana, y en días pasados fue remitido por un policía al manifestar conductas lascivas dentro de un baño en un aeropuerto de Ohio. Obviamente él es gay. Para que la cuña apriete…

La psicología no se equivoca, cuando acusamos a nuestros semejantes de algo que a la vista de todos es vergonzoso, sin duda nos ventaneamos y queremos encontrar justificación a nuestra conducta. Somos lo que criticamos, juzgamos, condenamos.

También considera Blanca Nelly, que los diputados deberían rasurarse y le faltó indicar también que deben bañarse, usar condón (aunque esto puede ser pecado según su criterio) y todas las medidas higiénicas y saludables a fin de evitar problemas posteriores.

Sin duda para ella, la Legislatura local no cumple funciones de índole social política, sino que es un medio para que se den las relaciones interpersonales y, sin duda, como está excluida de ellas, hay que sancionarlas.

Da pánico pensar que este tipo de personas sean las que ejercen el poder de las mayorías y que generen leyes y reglamentos, que lejos de promover un desarrollo de la sociedad, pierdan el tiempo criticando algo que su condición les impide hacer.

Sería muy sano que Blanca Nelly se pague de su bolsillo unas cuantas sesiones de terapias psicológicas, para que aprenda a disfrutar de la vida, se acepte como es y se suelte el pelo, en bien de los que conviven con ella y evitar repercusiones de conductas válidas para las épocas de oscurantismo que tanto daño causaron y que pretende reestablecer.

07/JEJO/GG

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