El 98.7 por ciento de los nuevos casos diagnosticados a junio de este año por VIH/SIDA corresponden a mujeres, las cuales se infectaron por la vía de transmisión sexual en el mismo porcentaje, según reporta el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA (Conasida) en su página electrónica.
No obstante, las políticas públicas específicas para abordar este tema invisibilizan a este sector de la población al que se le continúa encasillando en los grupos vulnerables, carente de acciones específicas.
Por lo menos así lo demuestra el Programa Nacional de Salud (Pronasa) 2007-2012 que establece dentro de sus «estrategias» prioritarias para hacerle frente a esta problemática el impulso a las campañas dirigidas a disminuir el estigma, la discriminación y la homofobia asociada al VIH/SIDA y a los hombres que tienen sexo con otros hombres, usuarios de drogas inyectables y «otras poblaciones clave», aunque no especifica cuáles son éstas.
La meta, señala el Pronasa, «es mantener la prevalencia de VIH por debajo de 0.6 por ciento en personas de 15 a 49 años de edad, que es donde más está afectando la pandemia. Según los mismos datos del Conasida, el 75.8 por ciento de mujeres en este rango de edad ya está infectado contra un 79.2 por ciento de hombres.
El Pronasa se refiere a las mujeres en lo relativo a la disminución de la transmisión perinatal y sífilis, para lo cual se ha propuesto asegurar el acceso a la información pertinente, así como pruebas de detección y tratamiento.
La meta para este rubro es ofrecer la prueba de detección temprana de sífilis y VIH al 100 por ciento de las mujeres embarazadas que se atienden en las unidades del sector público y proporcionar a todas las que resulten positivas el tratamiento oportuno y adecuado para evitar la transmisión e infección a sus bebés.
Para este año se adquirieron un total de 869 mil 550 pruebas de detección, según indicó en su oportunidad Griselda Hernández Tepichín, directora de Atención Integral del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA, quien además explicó que una de las razones principales por las que continúan naciendo más bebés infectados es porque las madres no supieron nunca que estaban enfermas debido, en gran medida, a que no se les ofrece esta prueba de detección.
Asimismo, el Pronasa establece también que se mantendrá el acceso universal a medicamentos antirretrovirales y lograr que los pacientes tengan terapias para enfermedades oportunistas, así como acceso a servicios de salud certificados.
EL CONDÓN Y LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA
El Pronasa establece como prioridad también promover la «actividad sexual responsable» para que se constituya en el eje de una política nacional de planificación familiar, para lo cual señala que durante la administración calderonista se impulsará una campaña permanente de educación sexual y promoción del uso del condón entre las y los jóvenes.
Y propone el fortalecimiento de las estrategias de información y comunicación en planificación familiar, en coordinación con el Consejo Nacional de Población, en los grupos de mayor riesgo y en particular, resalta la estrategia de anticoncepción post evento obstétrico.
En este ámbito, la meta es cubrir el 75 por ciento la prevalencia de uso de métodos anticonceptivos, únicamente para las mujeres unidas en edad fértil.
Otro de sus objetivos es la reducción del embarazo en adolescentes, para lo cual propone una cifra de 58 por cada mil mujeres de 15 a 19 años de edad, mediante un modelo interinstitucional de salud sexual y reproductiva para la población adolescente.
Proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) estimaban que para 2006, 766 mil nacimientos serían de mujeres de entre 15 y 24 años de edad, es decir, 39 por ciento del total de nacimientos, de éstos, 238 mil ocurrirán en mujeres de entre 15 y 19 años, poco más de uno de cada diez nacimientos.
Durante el periodo 2000-2006, según refiere Conapo, se logró reducir la tasa de fecundidad en las mujeres de 15 a 19 años en un 20 por ciento, al pasar de 78 a 63 nacimientos por cada mil mujeres. No obstante, se refiere únicamente a las que estaban unidas, dejando del lado a un importante porcentaje de adolescentes que no se encuentran en esta situación al momento de embarazarse.
07/LGL/GG
