Ayer una mujer y dos organizaciones fueron galardonadas con el Premio Hermila Galindo que otorga la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal: Francisca Reyes Castellanos, Comunicación e Información de la Mujer, AC (CIMAC), y el Grupo de Información en Reproducción Elegida, AC (GIRE).
Este premio reconoce la lucha desde todos los frentes por el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres, rescatando la trayectoria de vida de Hermila Galindo.
Hermila Galindo trabajó toda su vida para que las mujeres alcanzaran la ciudadanía. Es por ello que durante el primer Congreso Constituyente y con tan solo 20 años de edad tomó la tribuna el 12 de diciembre de 1916 y pidió al pleno el derecho al voto de las mujeres mexicanas para poder participar en las elecciones a diputados.
Su lucha en la tribuna constitucionalista no fructificó, ya que el Congreso se negó a otorgarle el voto a las mujeres mexicanas, fundamentando la decisión en que sus actividades habían estado restringidas tradicionalmente al hogar y a la familia, y por lo tanto no habían desarrollado conciencia política ni tenían la necesidad de participar en asuntos públicos, ya que ni siquiera se habían organizado para luchar por ese derecho.
Hermila nació en Ciudad Lerdo, Durango, el 29 de mayo de 1896. Estudio para maestra en Durango y Chihuahua. Al empezar a ejercer su profesión aprovechó sus clases para arengar en contra del régimen del entonces presidente Porfirio Díaz entre sus alumnas y alumnos.
A los 15 años tuvo contacto con los seguidores del opositor Francisco I. Madero en Durango, participó activamente con el abogado Francisco Martínez Ortiz, quien escribió el discurso que los integrantes del Partido Democrático utilizaron como propaganda y que fue transcrito por Hermila.
En 1911 se trasladó a vivir en la Ciudad de México donde trabajó como secretaria para el gobierno maderista. Tras la Decena Trágica luchó en contra del usurpador Huerta.
En 1914 formó parte del comité de bienvenida al Ejército Constitucionalista y ahí conoció a Carranza, con quien trabajó arduamente en la reconstrucción política de México, promoviendo la política del primer presidente constitucionalista.
Parte de sus actividades se concretaron en la formación de clubes revolucionarios en Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán. Por su capacidad como oradora fue comisionada para dar a conocer la doctrina de Carranza en el exterior. Y en su carrera diplomática destaca su participación en la conferencia de La Habana, Cuba, contra la intervención estadounidense en los asuntos internos de México.
Pero su labor pública no se limitó a servidora pública: Hermila Galindo lucho por las mujeres de México. Como periodista fundó el diario «La Mujer Moderna», en el cual apoyó ideas feministas. En sus páginas, el gobierno de Carranza atacó abiertamente al poder eclesiástico por su contribución ideológica a la subyugación de las mujeres y promovió la educación sexual en escuelas públicas.
Gran parte de su lucha se abocó a trabajar por ganar derechos iguales para los hombres y las mujeres, fue candidata a diputada y, aunque no logró la curul, su ejemplo fue ilustrativo para que más tarde, en las décadas de 1920 y 1930 las mujeres lucharan por ocupar estos espacios.
Es así que la Constitución de 1917, aún en, no contempló entonces los derechos ciudadanos de las mujeres. Sus logros inmediatos fueron el derecho a la educación, el reparto de tierra a los campesinos y la situación de los trabajadores.
Las mujeres mexicanas habrían de esperar 36 años para obtener el derecho por el que Hermila Galindo luchó en la tribuna el 12 de diciembre en el Congreso Constituyente.
Su recompensa vendría más tarde. Durante el gobierno del presidente Adolfo Ruiz Cortines, Hermila Galindo fue nombrada la primera mujer congresista y logró ver incluido en 1953 en la Constitución el derecho al voto de las mujeres mexicanas y con él la ciudadanía.
Hermila murió el 18 de agosto de 1954 en la Ciudad de México, y a pesar de que ninguna calle, parque o lugar público lleva su nombre, cada vez que una mujer emite su voto, expresa una idea o hace respetar sus derechos se le rinde un homenaje a su lucha.
* Periodista y fotógrafa mexicana, Coordinadora de Redes de Periodistas en Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC).
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