Luchar por la paz, por la justicia, por el derecho a la libertad y la dignidad de la las personas no es tiempo perdido, las personas merecemos ser reconocidas como sujetas de derecho, como ciudadanas.
En algunos lugares de nuestro país las y los ciudadanos no son tratados así: hace un año, el conflicto en Oaxaca permitió la violación al derecho de libre tránsito cuando las tanquetas bloqueaban la plaza e irrumpían en la vida cotidiana de la ciudadanía. Dora María Ávila Betancourt levantó la voz a la par de otras mujeres ciudadanas organizadas en Oaxaca, como el Centro por los Derechos de la Mujer Nääxwiin, por la paz en la entidad.
Antes de la llegada de las tanquetas «para crear condiciones de diálogo» entre la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y el actual gobernador Ulises Ruiz, Dora y las organizaciones a la que pertenece, Centro por los Derechos de la Mujer Nääxwiin y la Coordinación Interregional Feminista Rural Comaletzin AC, de la que es administradora, pedían no atropellar más a la ciudadanía
Ello, pese a que se presentó el día 17 de agosto de 2006 en la Procuraduría General de la República, por medio del licenciado Luis Antonio González Blasí, en donde se le citó a comparecer en relación con los hechos ocurridos el 7 de agosto de 2006, denunciados por la Policía Federal Preventiva contra quienes resultasen responsables por el delito de ataques a las vías de comunicación. El oficio, que decía comparecencia era el número 1924/2006.
Las personas citadas son Andrés Pérez, Armando Guerrero Chichino, Dora Ávila y el maestro Luis Fernando Canseco Girón (dirigente de la Sección XXII), cuyos nombres fueron tomados de un mitin realizado ese día en el centro de la ciudad de manera pacífica en el que participamos como oradores con el mismo orden que cita el oficio.
El abogado González Blasí dio seguimiento al caso. Dora y Armando se presentaron en los siguientes días para informarse de la evolución del caso y se les informó que estaba mal integrada la averiguación y que se iba a archivar, que no se preocuparan. Dora y Armando pidieron copia del expediente y les comunicaron que en septiembre se los darían.
Sin embargo, Dora fue detenida con engaños el 7 de febrero de 2008, alrededor de las 08:20 horas cuando se dirigía a Juchitán de Zaragoza, municipio ubicado en el istmo de Tehuantepec, para a atender asuntos administrativos del colectivo Comaletzin.
Y fue llevada a las oficinas de la Procuraduría General de la República (PGR) en Matías Romero, donde también estaba detenido el maestro Luis Fernando Canseco Girón. Les informaron que los llevarían al médico para que certificara su estado de salud, pero al salir cambiaron de rumbo hacia Salina Cruz, donde permanece recluida, en un proceso legal irregular.
Dora Ávila, es originaria de Martínez de la Torre, Veracruz, y desde el año 1986 reside en Matías Romero, Oaxaca. Ha apoyado el trabajo y defensa de los recursos naturales de los pueblos indígenas, además de actividades de rescate y desarrollo cultural y con mujeres indígenas de la región: mixes, mixtecas, chinantecas y zapotecas.
Como integrante de otros colectivos, ha contribuido al fortalecimiento organizativo y la capacitación sobre los derechos de las mujeres a la salud y al desarrollo desde una perspectiva sustentable y equitativa.
Actualmente Dora es integrante del Centro para los Derechos de la Mujer Nääxwiin AC, en donde desempeña labores de asesoría organizativa y de capacitación en un programa de atención a la violencia familiar para mujeres indígenas y un proyecto de salud sexual y reproductiva con jóvenes, en su sede ubicada en Matías Romero, Oaxaca. Y pertenece al colectivo de educadoras populares, la Coordinación Interregional Feminista Rural, Comaletzin AC.
Es Integrante activa de la Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales, donde fue parte del Consejo Coordinador entre 2001 y 2003. Ha participado en otras Redes como la Red Género y Medio Ambiente y la Red de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe.
Por ello Dora María Ávila Betancourt nos hereda su lucha por la el respeto de los derechos de las mujeres indígenas, la ciudadanía y la paz.
08/EC/GG