Los festejos y fechas «emblemáticas» para las mujeres utilizados por gobernantes que dicen defender los derechos humanos de las mujeres son un acto de demagogia que no se refleja en la vida cotidiana de ellas.
A ello parece responder el acto celebrado ayer en Morelos, en el marco del Día Internacional de la Mujer, donde Felipe Calderón firmó el Reglamento de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y presentó el Programa Nacional por la Igualdad entre Mujeres y Hombres (Proigualdad), y en donde Eufrosina Cruz, a quien se le negó ser presidenta municipal de Santa María Quiegolani, fue la única oradora.
Angélica de la Peña, ex legisladora y una de las creadoras de la Ley General, dijo que la presencia de Eufrosina Cruz en este tipo de actos no debe ser un asunto coyuntural, donde se aprovechan las fechas emblemáticas para hablar de la discriminación contra las mujeres, cuando la realidad es que el discurso «oficial» no tiene un impacto verdadero en políticas públicas que hagan frente las violaciones contra los derechos de las mujeres.
Lamentó así la «utilización» de Eufrosina Cruz Mendoza y señaló que es verdaderamente preocupante que el Ejecutivo Federal apenas se esté dando cuenta que el sistema de usos y costumbres violenta los derechos y garantías de las mujeres, y que el caso de Eufrosina sea utilizado para hacer declaraciones coyunturales cuando en la realidad no hay acciones concretas para que se respeten los derechos y las libertades de las mujeres.
En todo caso, dijo, la enseñanza de Eufrosina es que la Constitución Mexicana ha violado durante 50 años este derecho de las mujeres a votar y ser electas.
MANTENGO LA ESPERANZA
En entrevista con Cimacnoticias, Eufrosina Cruz Mendoza, seria, cuenta que Felipe Calderón la llamó para que hablara en la ceremonia a la que fue invitada en la capital del país y a la que asistieron otras mujeres del país. «No sé si sirva de algo lo que pasó, no lo sé, pero mantengo la esperanza», reitera.
Y afirma, tajante, que la demanda de participación de las mujeres en las comunidades indígenas no es estar contra los usos y costumbres. Se trata que en las comunidades, como la mía –Santa María Quiegolani—las mujeres puedan participar como autoridades municipales, ellos (los hombres) deben entender que no buscamos quitarles su lugar.
Luego de integrarse a sus actividades cotidianas en su centro de trabajo, Eufrosina Cruz Mendoza sostiene que «el pronunciamiento de Felipe Calderón es como una vela encendida, una esperanza que se enciende». Y añade: «igual que como sucedió con el gobernador Ulises Ruiz», cuando fue a Santa María Quiegolani y pidió a las autoridades permitir que las mujeres también elijan y sean electas.
Eufrosina Cruz Mendoza, señala que la sostiene la esperanza y la posibilidad de que haya justicia «no para mí, sino para todas las mujeres que sufren esta discriminación en sus pueblos, por el hecho de ser mujeres».
De acuerdo con la profesionista, quien desde niña salió de su pueblo para trabajar y estudiar, para hace otra cosa que no fuera repetir la historia de la mayoría de las mujeres de su comunidad, de casarse y tener hijos, los usos y costumbres deben respetarse, pero no deben violentar los derechos de las mujeres.
Yo, como siempre lo he dicho, no estoy en contra del Derecho de las comunidades, dice, pero hay muchas mujeres que pueden y tienen deseos de hacer algo por sus comunidades, no sería justo que se les siguiera impidiendo.
Luego asegura que después del informe especial emitido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que las autoridades estatales y legislativas de los estados con población indígena hagan lo necesario para evitar esta discriminación y sostiene que ninguna autoridad le ha llamado y quizá no le llamen, pero lo que importa es que esto cambie, «no para mí sino para las otras mujeres, incluso para las de mi pueblo».
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