Pasado el Día Internacional de la Mujer, con sus actos deportivos, desayunos, comidas, conferencias, reconocimientos, bailables, música, flores, rifas, palabras, discursos y hasta talleres de costura, belleza y panadería que imparte el Instituto de la Mujer en Chiapas, persisten las condiciones de marginación, exclusión y violencia para las mujeres y están pendientes acciones que podrían revertir esta situación.
Nahela Becerril, investigadora especializada en el tema de feminicidio, de la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres, dijo que es urgente armonizar la Ley estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia con la Ley General y destacó la propuesta que en este sentido su organización entregó al Congreso del estado desde abril del 2007.
Becerril coincide con María Teresa Olvera, de la Red de Mujeres por la Igualdad, en que «prevalecen las condiciones de pobreza, marginación, exclusión y violencia hacia las mujeres, lo que les impide gozar de su ciudadanía plena».
Olvera consideró que «falta mucho para lograr la igualdad entre los géneros y políticas públicas que garanticen la responsabilidad del Estado para cumplir con los derechos establecidos a nivel estatal, nacional e internacional».
Ampliamente conocidas en Chiapas por los trabajos que en materia de equidad de género llevan a cabo, las feministas urgieron a las autoridades a elaborar y hacer público el programa de trabajo que indique claramente las acciones institucionales para revertir los indicadores en materia de educación, salud y violencia, para garantizar el derecho de todas las mujeres a gozar de sus derechos y vivir libres de violencia.
LAS MUJERES EN CHIAPAS
Con una población de 4.3 millones de habitantes, existen en Chiapas 97 hombres por cada 100 mujeres. Por el impacto e importancia que tienen para el ejercicio de sus derechos y su desarrollo pleno, llaman la atención especialmente las cifras de los rubros de educación y violencia.
Más de la cuarta parte, 26 por ciento, de las mujeres de 15 y más años son analfabetas, por 16.2 por ciento de los hombres en esta condición y aunque el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) reconoce que los valores han descendido porque en 1970 la tasa de analfabetismo de las mujeres era de 52.8 por ciento, la evolución es lenta y las cifras siguen siendo preocupantes.
Por lo que respecta al promedio de escolaridad para las mujeres, hasta el 2005 era de 5.6 años, es decir ni siquiera completa el ciclo de primaria.
En el aspecto de violencia, de acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2006, «234 mil mujeres de 15 y más años han padecido algún incidente de violencia en el ámbito comunitario (17.7 por ciento del total), de éstas, 24.8 por ciento han sido abusadas sexualmente y 95.2 por ciento han sufrido actos de intimidación que han puesto en riesgo su integridad física y sexual».
En relación con la violencia de pareja, de las 854 mil mujeres casadas o unidas de 15 y más años, 302 mil, es decir el 35.3 por ciento ha sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su relación, señala.
El INEGI señala además que durante 2006 ocurrieron en el estado 81 homicidios y 16 suicidios. Estos datos están incluidos en el rubro «muerte intencional por violencia», incluido recientemente por dicho organismo y definido como «la violencia más severa que provoca la muerte», donde se incluye homicidios y suicidios de mujeres.
08/SHA/GG/CV
