Un solo incidente de abuso sexual contra niñas o niños es demasiado, dijo enfático Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas (ONU) al conocer casos no divulgados de explotación y abusos sexuales por parte de trabajadores humanitarios y fuerzas de paz de la ONU, informó ayer el Centro de Noticias de la ONU.
Los abusos, ocurridos en Sudán, Costa de Marfil y Haití, están documentados en el Informe «No ono to turn to», The under-reporting of child sexual exploitation and abuse by aid workers and peacekeepers, elaborado por la organización británica Save the Children (organización internacional creada en 1919), publicado recientemente, la versión en inglés puede ser consultada en: http://www.savethechildren.org.uk/en/docs/No_One_to_Turn_To.pdf
«El abuso de niñas y niños por quienes han sido enviados a ayudar es un tema serio y penoso del que se seguirá ocupando el Departamento de Operaciones de Paz de la ONU con un criterio amplio y estricto», señaló Ban en un comunicado leído por su portavoz. ONU reitera política de tolerancia cero ante informe sobre abusos sexuales.
El Informe fue producto de trabajo de campo realizado por Save the Children durante 2007 en los tres países, enfocado sobre todo en pueblos, comunidades y áreas rurales, más que en campos de refugiados. Entrevistaron a 129 niñas y 121 niños entre 10 y 17 años de edad, así como 36 hombres y 54 mujeres. También sostuvieron entrevistas individuales con trabajadores de organizaciones humanitarias nacionales, regionales e internacionales.
Los tipos de abuso cometido por fuerzas de paz de la ONU, más comúnmente identificados por Save the Children, fueron abuso sexual forzado, abuso sexual con coerción, besos, tocamiento, abuso verbal.
De acuerdo con el Informe, las y los niños más vulnerables al abuso y explotación sexual por los trabajadores de las fuerzas de paz son las y los huérfanos y aquellos que no viven con sus parientes; los de familias pobres; aquellos que sufren discriminación, quienes viven desplazados de sus comunidades y las y los niños que dependen de la asistencia humanitaria.
Se identificaron niñas y niños menores de seis años que habían sido abusados y son ellos los más vulnerables para el abuso. Pero la edad más común de las víctimas está entre los 14 y 15 años, sobre todo las niñas.
«Las niñas son huérfanas. Si piensan que el abuso puede ayudarlas ellas van y tratan de hacer esas cosas para conseguir comida», narró una adolescente del Sur de Sudán a Save the Children.
Y un niño de 14 años, de Costa de Marfil señaló que «ellos también usan sus teléfonos celulares para filmar a las niñas».
En el sur de Sudán y en Costa de Marfil se identificó que la niñas eran abusadas, no así los niños, pero Save the Children encontró en Haití muchos casos de abuso contra niños.
En el capítulo del Informe titulado Who are the abusers? (¿Quiénes son los abusadores?), Save the Children revela que las fuerzas de la ONU no son las únicas que tienen ese problema. Hay casos de abuso, de acuerdo con su trabajo de campo, asociados con un total de 23 organizaciones humanitarias, de paz y de seguridad. Incluye agencias civiles humanitarias, como las que proporcionan comida y asistencia nutricional, salud, educación, servicios de reconstrucción y soldados para la paz.
Pero las tropas asociadas con el Departamento de Naciones Unidas para las Operaciones de Paz (DPKO, por sus siglas en inglés) fueron identificadas como particularmente riesgosas para el abuso contra la infancia, sobre todo en Haití y Costa de Marfil.
Romper el silencio en torno a esta problema, dice Save the Children, es un paso esencial para eliminarlo. Pero suponen que las y los niños no hablan con sus familias de ello por temor al estigma, miedo, ignorancia y por falta de poder.
CAPACITACIÓN CONTRA EL ABUSO
El Secretario General recordó que la ONU tiene el compromiso de capacitar a su personal civil y de trabajar con los países contribuidores de policías y militares para que todo individuo que opera bajo la insignia de las Naciones Unidas cumpla con los más altos estándares de conducta.
Destacó que el informe en cuestión reconoce las medidas tomadas por la ONU para lidiar con este problema, que incluyen el establecimiento de Unidades de Conducta y Disciplina en todas las misiones de paz.
«Estamos dispuestos a redoblar los esfuerzos en este sentido y a trabajar con todos nuestros socios para implementar en toda su magnitud nuestra política de tolerancia cero a la explotación y abusos sexuales por parte de personal de la ONU», puntualizó Ban.
Finalmente, señaló que la Organización seguirá dependiendo de los esfuerzos de los países que aportan tropas y policías para investigar y disciplinar a sus nacionales cuando se pruebe que hayan cometido abusos mientras servían en operaciones bajo la bandera de la ONU.
08/GG/CV