Felipe Calderón ratificó la semana pasada, en varios escenarios, que su política de «seguridad» continuará. Es decir continuará la persecución a los cárteles de la droga; la masiva salida del ejército a las plazas, calles y carreteras; la suma inmensa de muertos, más de mil 400 en lo que va de 2008 y los «incidentes» donde mueren civiles.
Los reportes periodísticos cotidianos son alarmantes. Sólo el fin de semana hubo 16 personas asesinadas. Entre ellos, otra vez 4 civiles en Chihuahua. ¿La causa? es simple: el conductor de un auto, por falla mecánica, no se detuvo cuando se lo mandaron, y entonces los soldados dispararon.
Cómo se escucharon balazos, era de noche y había «confusión», llegaron al paraje inmediatamente 200 militares y acordonaron la zona.
La intelectual Soledad Loaeza, en una entrevista que leí el domingo, sigue sosteniendo que hay transición democrática. ¿Con armas y violencia?, eso se llama asentamiento de autoritarismo.
Pero veamos lo que pasó en dos días.
Entre sábado y domingo hubo 16 asesinatos y ejecuciones en tres estados.
Uniformados de un retén instalado Casa Colorada, municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua, mataron a cuatro civiles e hirieron a dos militares, en una aparente confusión causada por un accidente.
Dos civiles circulaban en un automóvil por la autopista Cuauhtémoc-Guerrero. Al llegar al puesto de revisión, el conductor no se detuvo, al parecer por una falla mecánica, arrolló a uno de los soldados y se estrelló contra un poste de energía eléctrica.
Al caer el poste, el área quedó a oscuras y los soldados abrieron fuego. Minutos después el poblado y la carretera fueron sitiados por más de 200 militares.
El periódico Red Noroeste, informó que dos horas después del incidente persistía la confusión, el tráfico estaba paralizado, no había información oficial sobre el número de muertos y, según testigos, siguieron escuchándose disparos.
La noche del sábado y domingo se reportaron 12 homicidios en el estado de Chihuahua: ocho en Ciudad Juárez, tres en Nuevo Casas Grandes y uno en Villa Matamoros. La mayoría de las víctimas no han sido identificadas.
En Villa Matamoros, Enrique Barrón Núñez fue ultimado a balazos, y en Nuevo Casas Grandes policías ministeriales localizaron los cuerpos de tres personas que presentaban huellas de tortura y estaban atadas de pies y manos.
MUJERES
En Tijuana, este sábado dos mujeres jóvenes fueron muertas a tiros en un camino vecinal del vaso de La Presa Abelardo L. Rodríguez. Ambas presentaban huellas de tortura. No han sido identificadas.
También en Tijuana el policía municipal Gustavo Salas Reyes fue asesinado en el bar Siete de Copas, en la delegación de La Mesa; en Playas de Rosarito, las autoridades reportaron tres personas asesinadas con arma de fuego, una parcialmente calcinada, en un camino vecinal del Corredor 2000.
En Culiacán se localizó en el interior de un vehículo el cadáver de José Luís Martínez Sainz, quien fue asesinado con disparos de fusil AK-47.
En Guerrero, Gregorio Victoriano Gómez, policía municipal de Chilpancingo, fue levantado (secuestro sin fines de rescate) la noche del viernes por un comando fuertemente armado y hasta ahora se desconoce su paradero.
La «guerra» que desató el régimen que administra el derechista Partido Acción Nacional, parece que se revirtió. Ahora no se sabe dónde comienza un operativo investigado y con inteligencia y cuando se trata de enfrentamientos entre quienes se disputan el mercado de las drogas.
Para algunas personas en México se pierde la gobernabilidad y el señor que despacha en la casa presidencial depende exclusivamente de las mafias.
Para otras, como se dice en la pantalla de televisión, estamos en el camino que «nos salvará» de los malos. ¿Quiénes serán los malos?
* Periodista. Cumplirá 40 años de vida profesional en 2008. Es integrante del Consejo Directivo de CIMAC; corresponsal de Semlac en México; integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal y todos los lunes forma parte de la Mesa Periodistas del Canal 21, el Canal de la Ciudad de México en TV por Internet.
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