La corrupción en el sector del agua amenaza las vidas de miles de millones de personas y exacerba la degradación del ambiente, se asegura en un informe de Transparencia Internacional, divulgado ayer en la sede de la ONU, con el auspicio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
La publicación, de acuerdo con un comunicado del Centro de Noticias de la ONU, calcula que la corrupción aumenta en un 30 por ciento –a 48 mil millones de dólares– el costo de proveer agua a la mitad de los mil millones de personas que no tienen acceso a ese recurso.
El abastecimiento de agua es uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), una medida adoptada por las y los líderes mundiales para 2015.
La práctica de la corrupción afecta cada eslabón de la cadena de la entrega del agua: desde las políticas de diseño, hasta los presupuestos para construir y mantener las infraestructuras hídricas. Contribuye, además, a aumentar los precios del líquido y a disminuir el suministro de ese recurso, particularmente a la población más pobre.
Uschi Eid, vicepresidente del Consejo Asesor del Secretario General de la ONU en cuestiones de agua y saneamiento, presentó las recomendaciones del informe, que incluyen que todos los aspectos de la administración del agua se rijan por principios transparentes y participativos.
«Fortalecer la supervisión regulatoria de la gestión de agua, y cerciorarse de que no sólo haya suficientes inspectores, pero que hagan su trabajo y que no sean sobornados», agregó Eid.
Señaló que también se necesita fomentar una competitividad justa en los procesos de licitación y que todos los contratos incorporen medidas contra la corrupción.
08/GG/CV
