Las periodistas deben empezar a mirarse de una manera más profunda y ello significa que también gasten tinta y saliva en escribir y hablar de ellas, que expresen quiénes son, de dónde vienen y a dónde van, qué las limita y qué las alienta, afirma la comunicóloga e informadora Magda López Rocha.
Maestrante en Ciencias Sociales, López Rocha realizó un amplio estudio sobre la «Desigualdad Laboral y Segregación Ocupacional: Periodistas en Oaxaca» y donde concluye que, frente a la excusión y discriminación que se observa, es importante «reconocer a las pares, porque seguramente ello permitirá que su paso por el periodismo haya colaborado para dejarlo mejor de como lo encontraron y lo vivieron».
En su ponencia, presentada durante un acto de reconocimiento a mujeres periodistas organizado por el Consejo Democrático y la Regiduría de Equidad y Género del gobierno de la ciudad de Oaxaca, la periodista y comunicóloga con amplia experiencia en radio y televisión afirma que desde la década de los años setenta la prensa y el periodismo empiezan a renovar y nuevos actores se incorporan, entre ellos: egresados de las escuelas y facultades de comunicación que entran al relevo de los egresados de la Universidad de la Vida, «para entonces la improvisación se empieza a volver la limitación más costosa» y lo que viene es un cambio inevitable.
En ese sentido, López Rocha sostiene como una de sus principales conclusiones que son las mujeres periodistas quienes están profesionalizado el periodismo en Oaxaca, la mayor parte de las que laboran en los medios de comunicación tienen una formación académica relacionada o no con la comunicación.
Por ejemplo, un medio impreso de la ciudad de Oaxaca tiene 18 reporteros, cuatro son mujeres y todas con licenciatura y, de los 14 hombres, sólo cuatro tienen estudios superiores, ocho tienen bachillerato y uno más nivel básico. En una estación de radio, de siete reporteros, tres son mujeres, todas ellas con licenciatura y de los cuatro reporteros uno tiene estudios universitarios y el resto son empíricos.
Otra de las conclusiones del estudio sobre la «Desigualdad Laboral y Segregación Ocupacional: Periodistas en Oaxaca» es que el mercado laboral del periodismo sigue masculinizado y los hombres continúan ocupando los mejores cargos o plazas.
De los ocho diarios registrados 100 por ciento tiene como director general a un hombre. De los dos semanarios ubicados, uno estaba dirigido por una mujer. De las seis revistas todas tenían por director a un hombre.
De las cinco agrupaciones radiofónicas todas, excepto una, tienen como director general a un hombre. La franquicia de TV Azteca tiene por gerente general a una mujer.
De las agencias por Internet dos tienen como responsables o directoras a una mujer. En resumen, en los puestos de alta dirección sólo 16 por ciento son ocupados por mujeres.
En la actividad reporteril, en dos diarios de circulación estatal de 60 reporteros contabilizados, sólo 16 por ciento eran mujeres. En dos estaciones de radio del total de reporteros 57 por ciento eran hombres y 43 por ciento mujeres. En el caso de la filial TV Azteca tres eran reporteros hombres y sólo una mujer. Y en lo relativo a las corresponsalías 33 por ciento de ellas eran ocupadas por mujeres.
SALARIOS DESIGUALES
Por lo que se refiere a los salarios, López Rocha destaca que los salarios que ganan las y los periodistas en Oaxaca son variables y desiguales porque los criterios para definir los estándares o categorías salariales son subjetivos y arbitrarios y bajo esta lógica las mujeres y las generaciones jóvenes resultan ser las afectadas.
Las direcciones o subdirecciones de noticias tienen asignado un salario de entre 10 y 16 mil pesos mensuales.
Las jefaturas de información o redacción están entre 6 y 11 mil pesos. Y las plazas de reportero tienen asignadas un salario de entre tres y ocho mil pesos mensuales.
Observó que en el caso de las corresponsalías, hay quienes no cobran, cobran por nota publicada, tienen un sueldo fijo, obtienen una compensación simbólica o los que reciben lo humanamente posible. Los pagos mensuales son muy variados, van desde los 500 pesos hasta los 15 mil mensuales.
HORARIOS Y PERMANENCIA
La investigadora reveló que las nuevas tecnologías han permitido reducir las horas de oficina (redacciones), a diferencia de tiempos pasados en que el trabajo de los «reporteros de medios impresos eran prolongados y extenuantes», ahora tienen horarios semifijos y sólo las eventualidades los llevan a prolongar sus horarios.
Otra de las características encontradas por López Rocha es que las periodistas son temporales, es decir, durante las últimas dos décadas han ingresado al mercado laboral más mujeres pero en el medio duran poco.
Las causas más frecuentes por las que las mujeres dejan de laborar son: por contraer matrimonio o porque empiezan su etapa reproductiva. Otras cambian de residencia. Unas más se incorporan a oficinas de comunicación social del Gobierno para mejorar horarios y salarios, lo que favorece sus actividades familiares.
Para la investigadora el reconocimiento de las periodistas entre sus pares es fundamental, porque favorecería su protección gremial, por ejemplo. Y, con relación a las empresas, afirma que quienes «no tengan en cuenta las ventajas competitivas que representan las mujeres lo harán bajo su propio riesgo», como lo había señalado la estadounidense Judy Rosener.
08/SJE/GG/CV
