Isabel Chaverra Palacios, activista de la Red de Mujeres Chocoanas, perteneciente a la Red Nacional de Mujeres de Colombia, permanece secuestrada desde el pasado 17 julio junto con ocho personas más, desde que un grupo armado interceptó la panga en la que viajaba la feminista durante un recorrido de trabajo social con las mujeres de Riosucio en el Bajo Atrato.
Así lo dio a conocer la Red Nacional de Mujeres, organización integrada por 14 nodos regionales donde confluyen diversas organizaciones que trabajan por los derechos humanos de las mujeres, por la paz y la justicia social y contra el secuestro.
La red hizo un llamado a los secuestradores para que den libertad a Isabel y los demás secuestrados y exigen al Gobierno de Colombia la protección para la vida e integridad de las y los plagiados.
En la panga también viajaba Nervita Moreno López, coordinadora de la Red Departamental de Mujeres del Chocó, quien al día siguiente del secuestro fue liberada junto con otras 7 personas.
Existe preocupación por la vida de Isabel y la de las otras 8 personas secuestradas, debido a que la zona está sometida a bombardeos, según lo manifestó una integrante de la Red de Mujeres Chocoanas.
ANA ISABEL
Ana Isabel es trabajadora social de 38 años, lideresa del equipo coordinador y facilitadora permanente de la Red Departamental de Mujeres Chocoanas; coordinadora de la Corporación Nuevo Arco Iris en el departamento del Chocó; presidenta de la Junta de Acción Comunal del Barrio Monserrate, en la ciudad de Quibdó; destacada gestora social que viene desarrollando trabajo de equidad y género por la inclusión de amplios sectores de su departamento y por la construcción de una sociedad más justa, solidaria y en paz.
Es madre soltera, cabeza de familia con dos hijos de 5 y 12 años de edad. Procede de una familia humilde del barrio San Vicente de Quibdó y su madre es una reconocida vendedora de frutas en la plaza de mercado
EL SECUESTRO
La embarcación fue retenida por un grupo armado aproximadamente a las 4 de la tarde entre las comunidades de Palo Blanco y Padua, ubicadas sobre el río Atrato, en el departamento del Chocó, al noroeste del país, una zona en donde operan grupos paramilitares y hay también presencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En la embarcación, que cubría la ruta Riosucio-Quibdo, viajaban 17 pasajeros y entre ellos estaban las lideresas de la Red Departamental de Mujeres Chocoanas, Nervita Moreno López e Isabel Chaverra Palacios, quienes desarrollaban trabajo social con las organizaciones de mujeres de Riosucio en el bajo Atrato.
La embarcación fue desviada y llevada a la parte alta del río Bebará. Y al día siguiente, el 18 de julio, fueron liberadas 8 personas, entre ellas Nervita Moreno López.
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