Abogadas de India y Reino Unido criticaron severamente los sistemas judiciales del mundo, al argumentar que los jueces tienen opiniones estigmatizadas sobre el VIH/SIDA, lo que hace que tomen decisiones que los inducen a error, lesionando los derechos de las personas que viven con el virus, en especial de las mujeres.
En algunos países se ha buscado legislar en la materia, en un intento por prevenir la infección del VIH/SIDA. Kenya, por ejemplo, recientemente aprobó una ley de ofensas sexuales, igual que Sierra Leona donde, si una persona que vive con el virus, y lo sabe, sostiene relaciones sexuales con alguien sano, es penalizada.
Como alternativa contra la criminalización, Triptti Tondon, de India, exhortó a los activistas a no pedir más leyes que regulen esto, pues las existentes son suficientes para sancionar a las personas con VIH/SIDA que actúen con dolo o mala intención.
Lo mismo afirmó Fiona Petitt, del Reino Unido, quien consideró que se debe trabajar en comunidad y de la mano con el Ministerio de Salud, para que este entendimiento se lleve a la práctica.
Para ellas, si un esposo infecta a su esposa, ellas deben seguir manteniendo su derecho a seguir siendo madres y esposas, sin que esto les signifique negarse a tener hijas e hijos o a confinarse por lo ocurrido de manera accidental.
«Hay necesidad de incrementar el impacto en todos los sistemas de justicia y criminalidad, dado que las leyes pretenden actuar contra hombres y terminan afectando a las mujeres», argumentó Petitt.
La abogada londinense aseguró que los medios de comunicación también ejercen una presión negativa en la sociedad, dado que muchas veces realizan juicios mediáticos contra gente que ha contagiado a otros, propagando el estigma y favoreciendo la discriminación.
Tondon sostuvo que en la India hay un grupo colectivo de abogados que al principio no era apoyado, pero que poco a poco se han ido ganando el respeto de juristas y legisladores, y ahora existe una mayor comprensión, pese a que, reconoció, aún falta mucho por hacer.
Tanto Tondon como Petitt coinciden en que las leyes que penalizan a las personas con VIH/SIDA no hacen sino fungir como una sentencia de muerte adelantada, dado que el acceso a los medicamentos en las cárceles es muy limitado, lo que acelera el deterioro físico e impide que los reos cumplan las condenas de hasta 35 años, pues de antemano se sabe que morirán antes.
«La Ley sobre el trabajo sexual no es necesaria en ninguna nación, porque no queremos criminalizar a las mujeres con VIH y cercenarles sus derechos de género», indicaron las expertas.
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