El acceso de las personas a la información y a la libre expresión son dos derechos que ponen en riesgo la vida de las y los profesionales de la comunicación, tal es el caso de Umida Niyazova, periodista de Uzbekistán que ha arriesgado su vida y su libertad para denunciar la violación de los derechos humanos en su país.
Nacida en 1975 se ha dedicado a dar voz a través de Veritas, una organización uzbeka en pro de los derechos humanos no registrada, además de ser traductora de Human Rights Watch (HRW).
Su trayectoria profesional ha estado al lado del ejercicio de los derechos fundamentales de las personas, en un territorio que se encuentra al centro del Continente Asiático. Durante muchos años, Uzbekistán formó parte de la desaparecida Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), de quien se independizó en 1991, y del llamado Jwarizm durante la Edad Media.
Es en este territorio donde, al desarrollar su trabajo, Umida Niyazova es detenida el 22 de enero de 2005 al pasar por la ciudad de Andizan.
Durante cuatro días no se conoció su paradero. Es hasta el 26 de enero del 2007 cuando la localizan en Tashkent. Su caso llegó a la oficina del Fiscal de Transportes de Uzbekistán para ser investigado. Una vez allí le fue permitido contactar a su abogado.
El delito del que se le acusó fue violar el Artículo 246 del Código Penal de Uzbekistán por supuesto ingreso, a través de la frontera, de literatura «extremista», delito que es punible con entre 5 y 10 años de prisión. Y, además, violar el Artículo 223, por supuesto cruce ilegal de la frontera, lo que se pena con una multa o con 5 a 10 años de prisión.
La sentencia de Umida Niyazova fue dictada el 1 de mayo del 2007 y su condena fue a siete años de prisión.
La persecución de Niyazova inició el 21 de diciembre de 2006 en el Aeropuerto de Tashkent, donde se la interrogó y se dice que fue amenazada con acusarle de poseer material contra el Estado en su computadora portátil. Los funcionarios del Aeropuerto de Tashkent informaron haber confiscado tanto su computadora portátil como su pasaporte.
En enero del 2007, el abogado de Niyazova recibió la información de que los expertos de la comisión que estaban investigando el caso habían llegado a la conclusión de que no había pruebas para levantar cargos en su contra.
Front Line organización internacional que lucha por los derechos humanos considera que Niyazova fue detenida debido a su labor como defensora de los derechos humanos y periodista.
Y que su arresto es un intento de acallar al periodismo independiente y restringir el acceso a la información relativa a las violaciones a los derechos humanos en Uzbekistán.
Umida Niyazova, defensora de los derechos humanos y periodista, fue puesta en libertad el 8 de mayo del 2007, luego de otorgársele una sentencia en suspenso, dada la apelación presentada ante los siete años de prisión que le dictaran el 1 de mayo del 2007.
La sentencia a Umida Niyazova se redujo a siete años en suspenso, pero las condiciones de su libertad son: que respete un toque de queda a las 22:00 horas, que se presente regularmente en la estación de policía local y que informe a las autoridades de cualquier cambio en su profesión. Asimismo, se informó que permanecerá bajo vigilancia los próximos tres años.
La apelación de su defensa surtió efecto ya que se comprobó que no recibió un juicio justo y que fue objeto de tratamiento cruel e inhumano durante su detención. Se informó también de largas jornadas de interrogatorios (de hasta 15 horas), de que se le impedía el sueño y de que se escuchaba música a muy alto volumen en su celda.
El Centro para Periodistas en Situaciones Extremas CJES (por sus siglas en inglés) reveló que Niyazova es madre soltera de 33 años con un solo hijo, y que ha sido colaboradora del CJES desde 2000 e informaba para su sitio Oasis, desde 2005 bajo un seudónimo. Por su seguridad, nos abstuvimos todo el tiempo que pudimos de revelar que Umida trabajaba con nosotros, Oleg Panfilov director del CJES.
Umida Niyazova escribió artículos que criticaban al régimen del presidente uzbeko Islam Karimov. También trabajó con Internews-Uzbekistán y Freedom House (Casa de la Libertad), con Human Rights Watch como traductora y con la organización no gubernamental uzbeka de derechos humanos no registrada Veritas.
Su arresto indica que Uzbekistán se ha vuelto más sofisticado en silenciar periodistas y activistas.
Y su libertad condicional nos alerta sobre posibles represalias futuras a Umida Niyazova en su trabajo como periodista y activista.
Por ello, Umida Niyazova nos hereda a la humanidad su lucha por el respeto de los derechos humanos y la libertad de expresión.
* Feminista y fotógrafa mexicana, Coordinadora de Redes de Periodistas en Comunicación e Información de la Mujer, AC (CIMAC).
08/EC/GG/CV