La crisis financiera de Estados Unidos golpea con fuerza a las mujeres indígenas de Chiapas, al no recibir el gasto de esposos, hijas e hijos migrantes residentes en el vecino país, sostuvo Patricia Sánchez, representante de la Coordinadora Regional de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Chiapas.
En el marco de la conmemoración, ayer, del Día Internacional de la Mujer Rural, Patricia Sánchez sostiene vía telefónica que la crisis financiera está golpeando ya a las mujeres indígenas y campesinas de Chiapas.
He estado platicando con algunas compañeras que tienen a sus familiares que están viviendo la situación crítica en Estados Unidos. Dicen ellas que sus hijas, hijos o esposos les están hablando para avisarles que no les van a poder mandar el dinero que les enviaban porque la situación en EU está muy difícil.
ECONOMÍA DIFÍCIL
La dirigente de las organizaciones campesinas e indígenas, cuyas integrantes son en su mayoría mujeres, dice «a veces pensamos que no nos llega la crisis, pero sí nos llega. Las compañeras ya lo están viviendo. Algunas que tienen sus esposos e hijos, dicen que ya no van a recibir ese apoyo, y pues sí, la economía en México es difícil y ahora será peor».
Y señala: «precisamente estamos impulsando que las mujeres cultiven sus huertos sembrando cilantros, rábanos, calabazas, pero a veces las políticas asistencialistas de los gobiernos han provocado que la mujer pierda eso y ahora, quieren que entre a los paquetes de pollos, cuando antes las mujeres sabían cómo poder incubar los pollos y que nacieran los pollitos de rancho».
Eso, agrega Sánchez, «finalmente ha provocado que nosotras también estemos viviendo una crisis económica». Sin embargo, en una reflexión señala «muchas veces las mujeres hemos perdido, y hay que reconocerlo, ese espíritu que había de nuestras abuelas y tatarabuelas, en la autosuficiencia de sembrar y cultivar lo que se comía, hoy en la familia se ha perdido».
COMUNIDADES PEQUEÑAS Y AISLADAS
En Chiapas, un millón 200 mil mujeres viven en 19 mil 300 localidades, y de ésas, el 99.2 por ciento son rurales y con menos de 2 mil 500 habitantes, lo que refleja la gran dispersión. «La gente se mueve por la tierra, se mueve por la comida, y la mujer lleva la peor parte», asegura Patricia.
La crisis financiera que repercute en las familias campesinas e indígenas jefaturadas por mujeres agudiza la feminización de la pobreza en Chiapas. Son las mujeres las que están cargando con toda la responsabilidad, afirma categórica la Coordinadora Regional de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Chiapas.
MUJERES RURALES, MARGINADAS
La reflexión de Patricia Sánchez respecto a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Rural es tajante: «De qué nos sirve cumplir aniversarios, o que los gobiernos recuerden». Bueno, agrega, «por lo menos es importante que reconozcan la existencia de la mujer rural, indígena, pero eso no resuelve los problemas que vivimos las mujeres en las zonas rurales».
«Si hablamos de mujeres rurales, continúa, hablamos también de mujeres indígenas, campesinas, quienes viven en una especie de marginación y abandono porque no se ha valorado el trabajo, porque sólo se le ve cómo aporta al hogar, pero también aporta a la sociedad».
«Últimamente, dice, las mujeres han duplicado el trabajo por las condiciones económicas que las obligan a trabajar más, y que sigue duplicándose al cuidar los hijos y ayudar al hombre en el campo».
Luego planteó «que los apoyos se manifiesten en beneficios para mujeres rurales, para mujeres indígenas, campesinas, que no tengan tantas reglas de operación, porque si se les ponen tantas reglas de operación, es difícil acceder.
«Si las reglas de operación pasan por el comisariado, ahí estaría la primera barrera, que es difícil acceder a los espacios de representación comunitaria, municipal, pues la estatal, ni pensarlo, pocas mujeres han podido acceder a esos beneficios», dijo segura. Por ello, remata, la mujer vive una situación de marginación.
Al referirse a la falta de atención, educación y salud, sólo para reflejar dos rubros importantes, Patricia Sánchez comenta lo siguiente: «Eso que dice de acarrear agua es muy cierto, yo estuve haciendo mi servicio como instructora comunitaria en el municipio de Amatenango del Valle. Ahí las mujeres, para acarrear un cántaro de agua, les llevaba seis horas ir a buscarla hasta el ojo de agua y otras tres horas para llevar el agua, o sea una gota de agua para nosotras es valiosísimo porque se carecía de ese líquido»
¡Imagínate! ¿Quién acarrea el agua? ¿Quién da de comer a las hijas e hijos? ¿Quién atiende al esposo? ¿Quién va todavía a trabajar en la milpa? ¡Es la mujer! dice al expresar la carga histórica que tienen las mujeres rurales, campesinas e indígenas.
BUROCRATISMO OFICIAL
Luego reconoció que ha habido escasos apoyos para las mujeres rurales, «pero no son suficientes, ni los indicados en algunos casos, porque finalmente es cómo la mujer puede acceder a un crédito, si de entrada piden que prepares un proyecto y una no sabe cómo lo va a hacer, porque no hay la asistencia técnica».
«Es difícil que la mujer pueda salir adelante con todo el burocratismo de las dependencias, señala, y asegura que no se han revisado los recursos etiquetados para mujeres, salvo el Instituto de la Mujer».
En los presupuestos de los programas «las mujeres vamos coladas ahí con los hombres», Y sostiene «yo nunca he visto que digan esto va para las mujeres, salvo el Instituto de la Mujer, pero en las otras dependencias tenemos que participar al lado de los hombres».
Sánchez reconoce que los gobiernos últimos se han preocupado porque las mujeres «podamos expresar lo que pensamos, que participemos en foros, pero las mujeres campesinas e indígenas todavía seguimos en las comunidades sufriendo hambre y discriminación por parte de los mismos esposos. Pero sobre todo en esta carestía es donde las mujeres ya lo están sintiendo, hasta las mujeres urbanas que se encuentran en esta situación difícil».
Finalmente, llamó a las autoridades a que atiendan a las mujeres, «que se pongan en nuestros lugares, y valoren la situación que viven las mujeres. Que diseñen más campañas de salud porque hay un sub registro del Instituto de Salud sobre las mujeres que viven y mueren con cáncer y algunas nunca han sido revisadas sobre la detección de cáncer de mama y cérvico-uterino».
08/CR/VR/GG