Desde la perspectiva taoísta, en la alquimia femenina el trabajo empieza en los senos.
La importancia de esto es capital, dice Janette Nutis, fundadora de Tao Curativo México, ya que son un centro de concentración de aliento vital y de producción de secreciones consideradas como el yin verdadero. Dado que las menstruaciones se nutren y se forman a partir de las secreciones de los senos, se considera que son estos últimos los que hay que estimular.
La naturaleza femenina tiende al yin, y al yin le gusta el frescor por naturaleza, explica en la página Web de Tao Curativo México.
Si no se emplean los masajes para facilitar el mecanismo del aliento vital y para que éste circule de manera tenue y sutil, la mujer tenderá a hundirse en el yin puro. El yin es un suave frescor y tiene tendencia a transformarse en hielo (formación de serosidades o coágulos). Basta con seguir haciendo circular el aliento para que estos estados remitan.
Con la práctica de la Respiración Ovárica, agrega, aprendemos a liberar y almacenar esta energía de cualidad yang. Mediante el proceso de absorción y conservación de la energía vital, la mujer pronto empieza a observar un acortamiento del flujo menstrual, disminución de molestias como cólicos y otros problemas asociados con el período, y alivio del síndrome premenstrual y de muchos trastornos y disfunciones relacionados con la vida sexual.
Para Nutis, además de los efectos preventivos y curativos de esta práctica, revitalizamos el sistema nervioso, mejoramos la memoria e incrementamos nuestro poder mental: «Este ejercicio es en verdad uno de los regalos más grandes de las mujeres taoístas de la antigua China».
Acerca de las virtudes de esta práctica dice, «desarrollada para fortalecer la vagina, mejorar la salud, mantener la juventud y conservar los órganos sexuales firmes y en buen tono, el ejercicio del huevo es una manera extraordinaria para fortalecer y controlar el Músculo Chi, que rodea el ano, la vagina y la uretra y sostener a los órganos reproductores».
Los órganos sexuales femeninos son ventanas abiertas al universo. Dependiendo de su tonicidad muscular una mujer puede sentirse llena de vida y vitalidad o agotada día tras día.
Las mujeres taoístas descubrieron que si un huevo de jade se inserta en la vagina y se realizan una serie de contracciones, la tonicidad de la vagina se recupera y muchos problemas de salud femeninos son eliminados. El ejercicio del huevo es una manera de aumentar la circulación por los órganos sexuales previniendo muchas enfermedades que se presentan como resultado del estancamiento en los órganos genitales.
El resultado es mayor sensualidad, sensibilidad y enriquecimiento de la capacidad orgásmica, opina Nutis.
Las mujeres hemos sido educadas, por generaciones y generaciones, a experimentar nuestros genitales como «sucios» y a vivir nuestra sexualidad con prejuicios, culpa y vergüenza. Cuando empezamos a explorar nuestros órganos y apreciar lo que vemos, somos capaces de vivir una sexualidad más plena, sana y conciente.
Y concluye, «ningún labio, ningún clítoris, ninguna vulva ni vagina es demasiado pequeña o grande. Nunca es fea. Es lo que la naturaleza ha querido que sea».
* Periodista mexicana, narradora oral, facilitadora de grupos, terapeuta con Enfoque Centrado en la Persona y Gestalt, instructora asociada de Tao Curativo (www.taocurativomexico.com)
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