La guerra no solamente definirá las elecciones en los Estados Unidos esta semana. La guerra es una marca humana que definió al siglo XX y que tiene los más diversos rastros en la vida de las personas.
No sólo es la guerra anunciada, sin escrúpulos, contra enemigos suyos y no de la población, como en México: es la que un sistema desata sobre la población en numerosas latitudes del planeta, sólo por ganar y retener territorios, controlar y someter a quienes considera diferentes o débiles, sólo por hacerse de la riqueza, material y simbólica, de otros o de otras.
Pero la guerra, hecha fundamentalmente por los hombres, por el poder, por esa fatal dificultad para resolver la vida sin conflicto, ha hecho sufrir a millones de personas y utiliza el cuerpo de las mujeres como un campo de batalla.
Para mirar hacia delante, y crear salidas comunicacionales adecuadas sobre los conflictos armados y la guerra, Radio Internacional Feminista convocó a un taller a expertas en comunicación y a protagonistas o estudiosas de lo que la guerra y el conflicto nos dejaron, nos están inflingiendo y nos ha herido en América Latina.
De lo que se trata es de crear alternativas de comunicación creativa, moderna, abarcadora para profundizar en la vida de las mujeres. En relevar la importancia de los medios alternativos como posibles vías para recuperar la palabra silenciada de lo que ha sucedido, a veces con perversidad inimaginable, entre dos partes de un conflicto.
VIOLACIONES SEXUALES A MUJERES
Poner en la mesa cómo las mujeres fueron cosificadas y usadas por paramilitares, guerrilleros o fuerzas armadas regulares. Cómo hoy en Colombia el mayor número de violaciones sexuales contra las mujeres vienen de las fuerzas del orden. Igual que en México en la zona Loxicha desde 1953; o cuando lo recuerdan las Mariposas en 1968 y ayer en Sinaloa o Michoacán por la intervención de los militares.
Para eso son los medios propios, feministas, para contar estas cosas y dejarse de otras que no ayudan a nadie o desvían el objetivo.
Aquí, en San José de Costa Rica, escuchamos a las salvadoreñas que documentaron, las primeras, cómo «los compañeros» también abusan y usan a las mujeres, a sus cuerpos, allá en las montañas donde se fragua el asalto al poder.
Y vinieron los relatos de cómo el cuerpo de las mujeres se mancilla, en realidades y Estados «democráticos» y cómo hay discursos y engaños.
La crisis institucional contra las mujeres en Nicaragua lo demuestra y se ha montado en los cuerpos heridos de las mujeres que hace 30 años participaron en la revolución sandinista que hoy muestra profunda, su cara represiva, conservadora y feroz contra la libertad de las mujeres.
Y se sentaron en la mesa estas mujeres, casi todas independientes, para valorar y sacar a la luz los miles de testimonios de las desplazadas en Colombia, de las mujeres que intentan colaborar para la resolución del conflicto desde una mesa de negociaciones.
Pero lo que me dejó atónita fue el relato de una mujer maya. Angélica Marina, ella antropóloga, investigadora, militante a favor de las mujeres, sin ninguna clase de atrofia mental, sabia, recordó lo que no puede olvidarse:
El informe de la Comisión de Esclarecimiento Histórico, en Guatemala (1980-1987), establece que las víctimas de violencia sexual se dirigieron fundamentalmente a mujeres mayas, 88.7 por ciento de las víctimas, 10.3 por ciento ladinas y el 1 por ciento otros grupos, aspecto que evidencia el carácter racista de la guerra, en donde la violencia sexual tuvo como objetivo fundamental destruir los grupos mayas, aparte de humillar y someter a los pueblos. (Las violaciones sexuales originaron éxodo de mujeres y la dispersión de comunidades enteras, rompieron lazos conyugales y sociales, generaron aislamiento social y vergüenza comunitaria)
Y continua: «las cifras de violación sexual muestran un sub-registro en términos absolutos, en relación a otras violaciones de derechos humanos…» por lo que no se diseñaron instrumentos específicos para preguntar y obtener los testimonios de violación sexual. A pesar de estas limitaciones la CEH obtuvo un registro de 1,465 hechos de violación sexual, a pesar que el saldo entre muertos y desaparecidos del enfrentamiento armado ascendió a más de 200 mil víctimas y, de éstas, una de cada cuatro víctimas directas fue mujer.
Los autores materiales de la violencia sexual fueron: miembros del Ejército, responsables de participar en el 89 por ciento de las violaciones, Patrullas de Autodefensa Civil –PAC- 15.5 por ciento, Comisionados Militares el 11 por ciento y miembros de la guerrilla 5.7 por ciento.
PALABRA CON SENTIDO
Cuando este tipo de recuentos en el tiempo te hace reflexionar, una no puede sino reafirmar lo que es, por lo que se ha luchado, en una línea definida. La palabra de las mujeres tiene sentido y trascendencia. Por ella hay que luchar, por sus derechos.
Eso me hace enfatizar que en estos días la información alternativa tiene aniversarios. Los 10 años de Notiese; los 10 años de Caracolas, un suplemento feminista en Oaxaca; los 10 años de la Revista Cuadernos Feministas, instrumentos para el cambio, con su centro de acción y visión bien definido, certero.
Los 20 años que en enero cumplió el órgano que creó esta agencia de noticias, Comunicación e Información de la Mujer, en que un grupo de periodistas nos comprometimos a hacer visible la condición de las mujeres, sin ambages, horadando en todos los medios y por todos los medios, desde una perspectiva feminista, incluyente, capaz de solidarizarse sin perder la perspectiva profesional.
Hoy los proyectos nuevos y abarcadores, como el multimedia en Chiapas, evidencia que, o se renuevan los viejos proyectos, o mueren. Por eso Radio Internacional Feminista debate con sus iguales para encontrar nuevos caminos. A sus jóvenes 27 años, sus reporteras han recorrido el mundo, y en sus archivos, bien seleccionados, está una memoria histórica de voz incomparable.
La propuesta es crear nuevos instrumentos regionales, con voz, imagen y sonido, con textos dirigidos y aprovechando todo lo que las mujeres hemos tejido los últimos 25 años en medios alternativos, pero no marginales. De mujeres y para las mujeres, con perspectiva histórica.
En FIRE, por las siglas en inglés de Radio Feminista, se hizo un homenaje especial a Ana María Portugal, directora de Isis Internacional, un centro de documentación con sentido y se trasmitieron los últimos productos televisivos que en México se desarrollan en Capital 21, una televisión por Internet; se analizó el sentido de una agencia regional de noticias como Semlac y se reconoció la contribución histórica que cimacnoticias dio a los medios de comunicación en esta región del mundo.
Los festejos no cesan. El reto es sobrevivirlos.
* Periodista mexicana. Cumplirá 40 años de vida profesional en 2008. Es integrante del Consejo Directivo de CIMAC, corresponsal de Semlac en México, integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal y todos los lunes forma parte de la Mesa Periodistas del Canal 21, el Canal de la Ciudad de México en TV por Internet. Nominada a 100 mujeres por el Nobel de la Paz.
08/SL/VR/GG