La práctica del Tao Yin forma parte importante del Sistema Tao Curativo, difundido en el mundo por el maestro de origen tailandés Mantak Chia, y del trabajo integral (alquimia taoísta) que en esta propuesta se hace para cultivar la sexualidad femenina y la energía yin (femenina).
Para los maestros taoístas, el Tao Yin se recomienda como una forma de meditación en movimiento que relaja el cuerpo, abre los meridianos y despeja la mente.
Como ya lo hemos explicado antes consiste en una serie de ejercicios en el piso, en movimiento o de pie que se recomiendan como un «complemento ideal» para las prácticas de Chi Kung y Tai Chi.
La meta de estos ejercicios es crear más gozo en la vida, dice. De ahí el principio «sonríe mientras practicas y observa como te sientes». La sonrisa genera en el cuerpo y la mente un sentido de libertad y relajación.
El Tao Yin también se encarga de equilibrar y armonizar la fortaleza con flexibilidad, señala Mantak Chia.
Desarrolla la elasticidad interna del cuerpo –combinación de fortaleza y flexibilidad– ya que sin flexibilidad el cuerpo se vuelve tenso y rígido y sin fortaleza no tiene poder ni puede mantener el alineamiento adecuado.
Un principio del Tao Yin, común al Chi Kung y Tai Chi, es la ejecución de los movimientos desde el centro de gravedad del cuerpo, liberando tensiones y rigidez, lo cual permite ganar acceso al centro de gravedad del cuerpo.
«Si hay tensión en la zona lumbar de la columna o contracciones en el músculo psoas (que une la zona lumbar y las piernas a través de la región pélvica) o falta de energía en el bajo Tan Tien (centro de energía ubicado abajo del ombligo, ‘el segundo cerebro’ para el taoísmo) es muy difícil moverse desde ese centro de gravedad», agrega.
Muchos ejercicios del Tao Yin se centran en el complejo muscular psoas al que también se le denomina «músculo del alma». Varias propuestas de trabajo corporal hacen énfasis en su importancia. Para el taoísmo es crucial en el mantenimiento del equilibrio de la estructura corporal, ya que ayuda y sostiene los órganos del bajo abdomen y actúa de amortiguador para la parte posterior del Tan Tien protegiendo los riñones.
Este complejo muscular también está relacionado con el diafragma torácico –el músculo de la respiración– mediante la conexión que se establece por la vaina o «envoltura» de las fascias, tejido conjuntivo que cubre toda la musculatura del cuerpo humano.
Otra de las aportaciones del Tao Yin es que enseña a quien lo práctica a sentir, dirigir y cultivar la energía a través de abrir la órbita microcósmica, círculo energético que asciende por la columna vertebral y baja –pasando por la cabeza— por la parte delantera del cuerpo.
Al respecto, Chia explica: «la órbita microcósmica es el principal círculo energético que nutre todos los demás canales y meridianos del cuerpo. Al circular la energía por este canal, se eliminan bloqueos y se activa mejor el chi para revitalizar el cuerpo».
Una de sus funciones es aumentar la cantidad de energía que los seres humanos tenemos disponible en el interior del cuerpo.
En la próxima entrega te hablaremos en qué consiste el inicio de estos ejercicios.
* Periodista mexicana, narradora oral, facilitadora de grupos, terapeuta con Enfoque Centrado en la Persona y Gestalt, instructora asociada de Tao Curativo (www.taocurativomexico.com)
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