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Paridad: representación equilibrada y equivalente

La paridad es la igualdad perfecta, lograda mediante la adopción de un sistema de representación equilibrada y equivalente entre mujeres y hombres. De esta forma cambia el esquema predominante de la relación jerárquica entre los géneros por la equidad. Paridad es un término que han introducido las mujeres en el lenguaje y en los foros políticos. Se refiere a la proporcionalidad representativa entre mujeres y hombres.

Asimismo remite a los porcentajes y a las cuotas de presencia estadística de mujeres en sectores en que se encuentran sub-representadas y establece la discriminación positiva para conseguir espacios laborales o políticos, como los económicos y sociales hiper ocupados por los hombres, de acuerdo con Elena Simón en su texto Democracia Vital.

PARIDAD, UN DERECHO

Para la especialista en el tema Claudette Appril, la paridad significa un avance en la conquista de los derechos del ser humano, llena una laguna y repara un error. El concepto de paridad tiene por objeto asegurar que dos entidades distintas, pero del mismo valor, intervengan de forma igualitaria en la toma de decisiones.

A decir de la especialista en género Bérengère Marques-Pereira, generalmente se admite que las mujeres están subrepresentadas en la política y así es. A excepción de los países nórdicos, las asambleas legislativas y los poderes ejecutivos están aún monopolizados por los hombres, en grados diferentes según los países.

En Europa a finales de 1980, y principalmente a mediados de los 90, la paridad era definida como un equilibrio en el ámbito político acerca de la representación entre mujeres y hombres 50 y 50 por ciento, respectivamente.

Información de la revista del Colegio de México (Colmex), indica que la media de la representación parlamentaria femenina para la Unión Europea se elevó en 1995 a 19.3 por ciento, cuando se amplió a 15 integrantes, mientras que cuando sólo tenía 12 la media era de 16 por ciento. En el año 2000, la media de los países de la Unión Europea alcanzó 25.9 por ciento. Todos los países aumentaron su representación parlamentaria femenina, excepto Irlanda (0.6 por ciento), Italia (4 por ciento) y Luxemburgo (3.3 por ciento).

La representación de mujeres en los parlamentos español y belga es la que más ha aumentado: 12.3 por ciento y 11.3 por ciento, respectivamente. Bérengére Marques-Pereira, afirma que esta «monopolización masculina del poder político» no significa que las mujeres estén subrepresentadas –salvo si se considera que en política sólo las mujeres pueden representar a las mujeres– sino que están representadas insuficientemente.

Las mujeres han obtenido los derechos políticos de voto y elegibilidad. El estatuto de ciudadana ha sido adquirido. Pero nada de esto es evidente respecto de su ciudadanía en la práctica, señala Bérengère Marques.

En junio del 2000, en Francia se promulgó una Ley de Paridad, a través de la cual se favorece el acceso igualitario de mujeres y hombres a los mandatos y funciones, estableciendo asimismo la obligación de los partidos de contribuir para ello.

Quienes proponen la paridad como un medio para alcanzar la equidad de género manifiestan que es una participación equilibrada, genera ideas, valores y comportamientos diferentes a los establecidos históricamente.

SUJETAS ACTIVAS

Las mujeres se deben incorporar a la política: ser sujetas activas dentro de la misma y no meras espectadoras. Entre las estrategias para conseguir la participación paritaria está la reforma a las leyes electorales. Además de impulsar el establecimiento de nuevos pactos entre mujeres y hombres, en los que las relaciones humanas se basen en el respeto, el amor y la solidaridad y no la fuerza, la violencia y la exclusión.

Es de destacar que durante su 32 período de sesiones, en Santo Domingo, República Dominicana, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer (UN-INSTRAW, por sus siglas en inglés) firmaron un acuerdo para la creación del Observatorio de Paridad de Género en América Latina y el Caribe.

El acuerdo, signado en junio de este año, señala que para la creación del Observatorio se tiene prevista la elaboración de un diagnóstico anual sobre las desigualdades entre mujeres y hombres en la región, informó la Comisión en un comunicado.

El diagnóstico abordará los temas: trabajo remunerado y no remunerado, el uso del tiempo, la pobreza, el acceso a la toma de decisiones, representación política y la violencia de género.

Surgió de la X Conferencia Regional sobre la Mujer, realizada el año pasado en Quito, Ecuador, donde los Estados integrados a la CEPAL solicitaron la constitución del observatorio, para fortalecer los mecanismos nacionales de género en la región, ya que la paridad es una de las fuerzas clave de la democracia y su objetivo es lograr la igualdad en el poder, en las tomas de decisiones, en los mecanismos de representación social y política para erradicar la exclusión estructural de las mujeres.

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