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El clítoris, parte esencial del placer femenino

Por Carolina Velázquez*

/México DF,6 enero 09 (CIMAC).- Siguiendo con la exploración de los órganos sexuales femeninos, como una base fundamental para cultivar la energía sexual femenina desde la perspectiva taoísta, la entrega de hoy la dedicamos a la anatomía del clítoris, parte esencial del placer en las mujeres.

El clítoris está cargado de terminaciones nerviosas. Para la mayoría de las mujeres esta glándula es el punto más agudamente sensible de su anatomía. Lo integran capucha, glande, tronco y raíz.

Su longitud, tomando en cuenta glande-tronco-raíz, es de aproximadamente 11 centímetros, «mucho más largo de lo que hubiéramos podido pensar», señala Janette Nutis, instructora Senior del Sistema Tao Curativo y fundadora del Centro Tao Curativo México.

En el manual Amor curativo. Cultivando la energía sexual femenina, Nutis explica parte por parte la anatomía del clítoris.

La parte visible del clítoris se encuentra entre los pequeños labios, hacia delante, al lado del pubis, debajo de un pliegue de piel equivalente al prepucio del pene masculino formado hacia delante de los pequeños labios que le cubre y se llama capucha.

El glande es el extremo del clítoris, su parte visible, está formada de una mucosa y no de piel, es color rosa y extremadamente sensible.

Esta sensibilidad se debe, dice Nutis, a que es rico en corpúsculos de Kraüse, captadores de sensaciones de placer, tiene dos o tres veces más –en una superficie de menor tamaño– de los que tiene el glande del pene en el hombre.

El tronco o cuerpo del clítoris es la parte que sigue al glande, una especie de cilindro pequeño que sube hasta el hueso del pubis que está oculto, no se ve, y luego se separa en dos raíces que rodean a los dos bordes laterales de la vagina, hasta alcanzar una longitud –como ya lo explicamos antes— de aproximadamente 11 centímetros.

Respecto a la extrema sensibilidad del clítoris Nutis advierte: «Muchas mujeres encuentran que es tan sensible que la estimulación directa puede ser irritante. Es por ello, que tanto en la auto-estimulación como en el juego amoroso con la pareja no se debe estimularlo directamente sino hasta que la excitación sea intensa y haya una lubricación».

/Incluso, agrega, algunas mujeres tienen un glande tan sensible que es imposible tocarlo directamente, «es suficiente con acariciar la zona de alrededor, ya que la mínima presión es transmitida inmediatamente al clítoris, hipersensible».

Con relación a las sensaciones en el tronco o cuerpo expone que «durante la excitación, un frote enérgico en esta zona produce sensaciones muy voluptuosas, de ahí que muchas mujeres prefieran para estimularla una posición en la que el pubis del hombre se apoye directamente sobre el pubis femenino».

Las raíces del clítoris terminan en la vagina, explica, «esta es la razón por la que las caricias relativamente marcadas a ambos lados de la vagina, cerca de la entrada, pueden provocar sensaciones muy fuertes.

Acerca de la vagina, el punto G, el «músculo del amor» y el periné hablaremos en la próxima entrega.

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*Periodista mexicana, narradora oral, facilitadora de grupos, terapeuta con Enfoque Centrado en la Persona y Gestalt, instructora asociada de Tao Curativo (www.taocurativomexico.com)

09/CV/VRI/GG

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