México DF, 24 febrero 09 (CIMAC).-Acerca del cultivo de la energía sexual femenina, desde la perspectiva taoísta, a partir de octubre del 2008 en esta columna hicimos una serie de entregas explicando en qué consiste y qué pasos previos deben seguirse para su práctica, de acuerdo con el trabajo propuesto por el maestro de origen tailandés Mantak Chia, que se conoce en el mundo como Sistema Tao Curativo.
En la entrega pasada hablamos del gran poder de la energía sexual para conservar y restaurar la energía (energía principal o jing) con la que nace el ser humano, mujeres y hombres, de ahí que cultivar el chi (energía vital) puede mejorar su salud y longevidad (El orgasmo hacia adentro, Cimacnoticias, 10 febrero 2009).
Para la mujer la base para desarrollar este trabajo, alquimia femenina taoísta o Yin Tao, es el masaje de senos, la respiración ovárica, el ejercicio del huevo de jade y, de manera previa, el entrenamiento básico del Sistema Tao Curativo: meditación de la sonrisa interior, los seis sonidos curativos y la órbita microcósmica.
¿Por qué tener antes el entrenamiento del Tao Curativo?
Como ya lo hemos explicado para el taoísmo la energía sexual es la única en el ser humano que puede duplicarse o triplicarse, de ahí su poder para restaurar la energía perdida y que nuestro cuerpo no la tome (cuando le haga falta) por otras vías como los órganos, el cerebro o las glándulas.
Pero, si en la práctica sexual esta energía se mueve por la órbita microcósmica (canal que inicia bajo el ombligo hacia atrás pasando por periné, columna, cabeza, frente, garganta, corazón y plexo solar) sin el trabajo alquímico de transformación a través de la meditación y los sonidos curativos, podemos correr el riesgo de mover energía «sucia» y potenciar un estado emocional en desequilibrio (La órbita microcósmica: el pequeño ciclo celestial del Tao, Cimacnoticias, 20 marzo 2009).
El entrenamiento básico es, así, el paso anterior para lograr la alquimia femenina taoísta y transformar la energía sexual en energía vital para los órganos, glándulas, médula ósea y energía espiritual o shen (El orgasmo hacia adentro, Cimacnoticias, 10 febrero 2009). De ahí que para esta práctica es muy importante tener la guía de una o un instructor certificados en el Sistema Tao Curativo.
Para la mexicana Janette Nutis, instructora Señor del Sistema Tao Curativo, existe una diferencia capital entre los trabajos alquímicos de la mujer y el hombre.
El énfasis para el hombre está en la creación y la generación, mientras que para la mujer está en la metamorfosis, señala (Manual Amor curativo. Cultivando la energía sexual femenina).
Al hablar de la relación de pareja comenta, hay que decir que lo ideal es que la mujer y el hombre aprendan a cultivar su propia energía, tanto la sexual (alquimia taoísta) como la virtud de sus órganos (sonidos curativos), «podrán así compartir un nivel de sexualidad que les permitirá alcanzar una auténtica experiencia de fusión, un encuentro de éxtasis amoroso y espiritual más gozoso de lo que se pueda imaginar».
Para la mujer lesbiana recomienda compartir estas técnicas con su pareja, ambas harán los mismos ejercicios, en este caso es muy importante equilibrar la polarización de la energía –las dos son energía femenina, yin– adquiriendo más energía masculina yang, lo cual se puede hacer tomándola del sol.
«Una de las mujeres de la pareja absorberá energía del sol sentándose a asolearse y mentalmente absorbiendo esta energía de fuego hacia sus ovarios. De ser posible, en un lugar privado, asolearse desnuda y absorber la energía solar directamente por los genitales», concluye.
Para mayor información de la práctica del cultivo de la energía femenina, desde la perspectiva taoísta ver www.taocurativomexico.com o adquirir los libros del maestro Mantak Chia que se encuentran traducidos al español y al inglés, o visitar su página www.universal-tao.com.
* Periodista mexicana, narradora oral, facilitadota de grupos, terapeuta con Enfoque Centrado en la Persona y Gestalt, instructora asociada del Sistema Tao Curativo
09/CV/LAG