Sin previo aviso ni justificación alguna, cientos de trabajadoras y trabajadores de diversas dependencias gubernamentales beneficiados con créditos hipotecarios durante 2008 por parte del Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (Fovissste) y a los cuales se les descontaba hasta un 30 por ciento de su salario básico (límite permitido por la ley), a partir del mes de febrero de este año han sufrido retenciones ilegales de hasta un 50 por ciento en sus salarios.
El argumento de las autoridades del Fovissste para justificar el indebido descuento se ha sustentado en el incremento «de manera irregular del crédito otorgado en beneficio de los solicitantes».
Varios afectados con la medida se enteraron de la causa del desmedido descuento en sus salarios, apenas el pasado viernes 27 de febrero, cuando irrumpieron en las oficinas de la doctora Elva Leonor Cárdenas Miranda, jefa de Servicios de Otorgamiento de Crédito de Fovissste, que se había negado a atenderlos. Ella argumentó:
«El descuento del 50 por ciento en los salarios se debe a que empleados de esta institución en combinación con inmobiliarias manipularon las computadoras, para incrementar el monto de créditos, de los originalmente autorizados en favor de ustedes».
La respuesta molestó más a los reclamantes, porque la explicación insinuaba involucrarlos en culpas ajenas de las que no eran los responsables. Varios gritaron a la funcionaria:
«¡Nosotros no autorizamos los créditos, fueron ustedes! ¡Parece que quieren encubrir sus errores con trabajadores de esta institución de menor rango y de paso quieren que nosotros paguemos sus faltas y no estamos de acuerdo!
Las inmobiliarias en su momento ofrecieron a los trabajadores gestionar un incremento en el crédito para facilitarles la adquisición de una vivienda. Después de tres o cuatro semanas el incremento, se les informó, estaba autorizado, empezando a descontarles hasta el 30 por ciento en sus salarios.
Antes de darse este encuentro forzoso con la funcionaria responsable del área de crédito de Fovissste, varios trabajadores esperaban ser atendidos en las afueras de la oficina ubicada en Miguel Noreña 28, primer piso, de la colonia San José Insurgentes en la Ciudad de México. Habían sido citados, algunos, 15 días antes desde las 9 de la mañana porque habían muchos reclamantes e imposibilidad para atenderlos antes, según se les argumentó.
Cuando se acabó la paciencia de los reclamantes, eran las 12 del medio día y no eran recibidos.
Varios trabajadores molestos por el quebranto en su salario exigían una respuesta y empezaron a gritar desesperados. Los empleados de la oficina de crédito de Fovissste, tratando de calmar a los afectados proponían:
«En este momento no es posible atenderlos, pero vengan el 26 de marzo próximo. Les prometemos atención personalizada».
La respuesta de los empleados de Fovissste colmó la paciencia de los reclamantes y demandaron hablar con la jefa de crédito; al negarles el acceso, entraron por su cuenta a la oficina de la servidora pública exigiéndole una respuesta congruente. Ella, al ver invadido «su espacio», con ojos de sorpresa intentó vanamente justificar los indebidos descuentos.
La funcionaria balbuceó tratando de justificar su actuar y manifestó que el descuento del 50 por ciento en su sueldo básico no era ilegal porque lo autorizaba el Artículo 20 de la nueva ley del ISSSTE.
Los afectados no aceptaron la explicación. Una de las reclamantes, trabajadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), al interpelar a la citada funcionaria, le dijo que el descuento de hasta el 50 por ciento en sus salarios le dejaba escasos «300 pesos quincenales» en su recibo de pago.
Otro afectado que labora al servicio del Gobierno del Distrito Federal encaraba a la jefa de créditos:
«He venido varias veces sin que me den respuesta. Me han hecho esperar largas horas. En donde laboro he tenido que pedir permiso, he usado días económicos y este día tengo el riesgo de que me lo descuenten por la tardanza de su atención».
La funcionaria pidió a los reclamantes no informar de lo sucedido a las personas que seguían llegando a su oficina en espera de una respuesta por los descuentos en sus salarios. Ella se comprometió a resolver su reclamo «a la brevedad posible». «Vengan este lunes, yo los voy atender personalmente».
Estos hechos como los que se relatan son muy graves, sobre todo por suceder en instituciones públicas como Fovissste, de las que se supone fueron creadas para servir a los y las trabajadoras.
La respuesta dada por la responsable de créditos de esa institución es mentirosa y tramposa porque los descuentos de hasta el 50 por ciento en los salarios que permite la ley, son para casos excepcionales cuando «la omisión sea atribuible al trabajador o pensionado».
En este caso, si como argumentó a los quejosos la doctora Cárdenas Miranda el incremento en los créditos se debió, según su dicho, al contubernio de las y los trabajadores del ISSSTE e inmobiliarias de realizar «manipulación de computadoras para alterar cifras», estos hechos de ser ciertos, de ninguna manera son responsabilidad de los solicitantes del crédito.
Los descuentos del 50 por ciento que ahora realiza Fovissste son un verdadero atraco en los salarios, de por sí raquíticos, de las y los trabajadores afectados y su realización es una grave falta por confiscar de hecho, las percepciones salariales en forma arbitraria e ilegal.
Es imperativo que las autoridades de Fovissste suspendan los excesivos descuentos y repongan de inmediato el salario ilegalmente arrebatado y se sancione severamente a los responsables de estos actos imperdonables.
* Abogado, especialista en temas de justicia, profesor en a Universidad Autónoma Metropolitana. Integrante del Consejo Directivo de Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC).
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