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Tareas del hogar, una vida que se va por el lavadero

Por la Redacción

Abrió ojos y cambia vidas. Amparo Ochoa y su canto liberador de: Se va la vida se va al agujero como la mugre en el lavadero, sigue soñando y ellas se van liberando.

Hoy, a la distancia de La Mujer. Se va la vida compañera de León Chávez Teixeiro. Con la segunda y tercera generación es una realidad completamente diferente.

Pero, no así, en mujeres como la mía, de la que me dio la vida.
Ella. Aún, aquí. En el primer mundo y sin su lavadero mexicano. Continúa siendo: Re buena para todo. Tan acomedida. Tan diestra.

Y yo, yo no soy así.

Yo, como dijera ella. Salí respondona.

Yo, quien a regañadientes, sin haber de otra, tuve que hacer el quehacer y continué así, con la perpetuidad de la tradición, de la sumisión.

Y yo. ‘Por respondona’, me tocaba hacer más, de acuerdo con mi mama.

Pero, no solo eso. El hacer más, sino que tenía que estar bien hecho.

Ahora, a la distancia, sólo me da risa.

Y mi hija. Tercera generación.

Bien gracias.

Quien sabe a quien salió…

Pero bueno. Hoy, solo se que me liberé…Hace tiempo que dejé de pelearme con el polvo, con la mugre.

Y no solo eso, logré el reconocimiento a ese mi quehacer.

El otro día hicimos cuentas. No mas pa’ tantearlo. Me salió debiendo y no sólo le di crédito. Ahora es ‘re que te acomedido’.

Ya ni hago nada.

A su memoria

‘LA MUJER’ (Se va la vida, compañera.)

Letra: León Chávez Teixeiro.

Cantante: Amparo Ochoa.

Abrió los ojos,
se echó un vestido,
se fue despacio, a la cocina.
Estaba oscuro, sin hacer ruido,
prendía la estufa, y a la rutina.
Sentía el silencio como un apuro,
todo empezaba en el desayuno.
Dobla su espalda,
goza un suspiro,
sintió ridícula la esperanza.

Al más pequeño le ardía la panza,
rompía el silencio,
soltó un llorido.
Servía a su esposo,
Vestía a los niños,
cambia pañales,
servía los panes.
Llevaba a sus hijos para la escuela;
presa en la dieta que se comían.

Medía el dinero,
compraba verduras,
palpa lo gris de su economía.
Forma en la cola de las tortillas.
Carga a Francisco.
Mira la calle.
Por todas partes había mujeres,
todas compraban y se movían;
cumplían aisladas con sus deberes,
le recordaban a las hormigas.
Sintió de pronto que eran amigas,
sintió que todas eran amigas.
Volvía a su casa, casa rentada
vio más amigas desde la entrada.
Le dio a Francisco con qué jugar,
Barría los pisos,
Tendía las camas.
Se vio al espejo,
Miró las canas,
Cortó las papas,
las puso al fuego
y a la manteca la hizo chillar.
Ahora lo crudo se ha transformado,
estaba listo para comer.
La casa entera tiene otro ver,
de nuevo listo para ser usado.
Puso la mesa,
Sirvió a los niños,
cambió pañales,
cortó los panes,
limpió de nuevo mesa y cocina.
Le dio a Mercedes la medicina;
pidió su turno en los lavaderos.
Talló vestidos y pantalones,
miró la ropa tendida al sol,
como si ayer no se hubiera hecho.
La misma friega todos los días,
se caminaba de nuevo el trecho.
Sintió la vida como prisión,
se le escapaba todo lo hecho.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.

(se repite)

Cruza palabras con sus vecinas;
hubo sonrisas en formación.
Toda la raza en su cantan,
se las arregla con el trabajan.
Siempre mujeres, cumpliendo oficios
que se entretejen sin tener fin.
Ser costureras, ser cocineras,
recamareras y planchadoras;
ser enfermeras y lavanderas,
también meseras y educadoras.
Muy diligentes, afanadoras,
a sus familias las dejan listas,
rumbo a la escuela o hacia el trabajo
para que puedan chequear las listas.
Se daba cuenta de sus afanes
y de los cines sabían un carajo.
Para ellos siempre la vida es seria,
pero se ahogaban en la miseria.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero.

(se repite)

Se fue derecho para su nido
siempre pensando plancha la ropa.
Todo lo roto deja zurcido,
tenía un momento para descansar.
Se abría la puerta y marido
también molido de trabajar.
Puso la mesa,
servía la sopa,
para quejarse no abría la boca.
Se rieron juntos y platicaron.
Se habla de nietos y de dinero,
de las vecinas, de algún dolor,
de los camiones y del patrón.
Lava los trastes,
tira basura,
dormía a los nietos,
cambia pañales.

Como aire que entra por la ranura,
Los dos jugaron con su ternura.
Le dio la vuelta a la cerradura;
Dormía de pronto todos sus males.

Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero. (4 X)
Se va, se va, compañera,
como la mugre en el lavadero.
Se va la vida, se va al agujero
como la mugre en el lavadero

* Periodista y feminista. Corresponsal de Cimacnoticias en Nueva York.

09/LPB/LAG

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